Con respecto a las autoridades, agregaron que “quienes recibieron el mandato de conducir el país por mejores caminos siguen enfrascados en peleas mezquinas y prebendarias, mostrando claramente que ese y no otro es el interés que realmente mueven sus vidas”. Esto, cuando la violencia del secuestro las golpea a ellas y a muchos paraguayos. En ese orden, recordaron a Hermelinda, Liliana y Norma (esposa e hijas), que llevan cuatro años y casi cinco meses sin Félix Urbieta; a doña Obdulia y Elisa (madre y esposa), con seis años y ocho meses sin Edelio Morínigo. Todas mujeres. “Consideramos oportuno en la cercanía del Día Internacional de la Mujer, recordar que en estos casos de secuestros varias mujeres paraguayas tienen algo en común: el sufrimiento, el dolor de extrañar a nuestros seres más queridos”, apuntaron.
En otro párrafo del mensaje que leyeron en conferencia de prensa, señalaron: “En esta espiral de violencia sin sentido, hay niñas a quienes se les ha arrancado la infancia y crecen como víctimas preparadas para el sacrificio, descartables, sin que ni sus legítimos cuidadores ni quienes dicen defender los derechos humanos, ni un Estado incapaz de defender a su gente cambien ese triste destino”.
Y apelaron a la sensibilidad del grupo armado: “Si también se está pidiendo que vuelva un familiar de ustedes que dicen está desaparecida, saben y seguro deben sentir la angustia, la desesperación de no tener a un ser querido, de no saber cómo ni en qué condiciones se encuentra”.
LOS OTROS DOS
Edelio Morínigo. Suboficial de la Policía Nacional, fue secuestrado el 5 de julio de 2014 por una célula del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), cuando había partido de pesca con un grupo de amigos y familiares, en un monte dentro de la estancia Macchi Cué, ubicada en Núcleo 6, distrito de Arroyito, Concepción.
Félix Urbieta. Ganadero de la zona de Horqueta, fue secuestrado de su propiedad, la estancia Dos Hermanas, el 12 de octubre de 2016, por el autodenominado Ejército del Mariscal López (EML)