Barbudo, canoso y con una voz gruesa y medio ronca. Así era el icónico Humberto Rubin Schwartzman, el hombre que se puso tras un micrófono para defender con elocuencia la libertad de prensa, sobre todo durante la época más oscura del Paraguay: el régimen dictatorial de Alfredo Stroessner.
Desde su Radio Ñandutí, fundada por él en 1962, inició su lucha en favor de la democracia del país, convirtiendo a su cabina en un baluarte progresivo de la libertad.
Implementó el micrófono abierto para que su audiencia pudiera expresarse sin filtros, según recordaron algunos de sus seguidores en varias entrevistas.
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El negarse a guardar silencio le costó el cierre de Ñandutí en 1983, y ser detenido en reiteradas ocasiones. En aquel entonces también tenía prohibido salir del país y aparecer en la campaña de Teletón.
Asimismo, Stroessner censuró cualquier intento de entrevista al escritor Augusto Roa Bastos.
En comunicación con Última Hora, su hija, la comunicadora Pelusa Rubin, lo describió como “un incansable luchador por la libertad”.
"Él decía que no estaba de acuerdo con la frase: ‘Amo de mi silencio’, él decía que había que decir lo que uno sentía y pensaba”, expresó.
Consideró que el legado más importante que dejó su padre es “el trabajo honesto, creativo y solidario”.
Inicios
Pero su amplia trayectoria de más de seis décadas en el rubro de la comunicación no comenzó en 1962, sino mucho antes, siendo un adolescente.
Humberto Rubin tenía 14 años cuando debutó en Radio Cáritas, el 1 de mayo de 1950.
A partir de allí se inicia la carrera del emblemático comunicador, dejando su huella en varias radios paraguayas, entre ellas Comuneros y Guaraní.
También trabajó en la radio uruguaya Carve, una de las más emblemáticas de dicho país.
Entre los momentos más audaces de su carrera como comunicador radial se destacan la cobertura de la muerte de Robert Kennedy, la participación de Víctor Pecci en la final de Roland Garros y entrevista que logró con Juan Domingo Perón.
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En sus más de 60 años de trayectoria, un centenar de figuras nacionales de diferentes ámbitos conversaron con Rubin.
Desde su rol, fundó la oenegé A Todo Pulmón en el 2009, logrando que se plantaran más de 84 millones de árboles en el país, dejando un legado social y ecológico.
Preocupado por la educación de los jóvenes, Rubin los impulsó a destacar en el estudio con su programa televisivo El saber va contigo.
Asimismo, fue uno de los periodistas que pudieron llegar a completar 1.400 programas de televisión, desde la etapa que inició en Telefuturo.
El arte estuvo presente en su vida siendo un amante del teatro. Integró varios elencos e incluso creó uno, con el que llevó a escena celebradas piezas de importantes autores universales.
Nacido el 10 de mayo de 1935, Humberto León Rubin Schwartzman era oriundo de la ciudad de Pilar, Departamento de Ñeembucú.
Su voz se apagó a los 87 años, el 25 de julio de 2022, tras complicaciones de salud, pero su legado lo convierten en un símbolo de la lucha por la libertad de prensa.