Esta muletilla devenida del Río de la Plata y fuertemente establecida entre nosotros desde hace un tiempo sirve para varios propósitos. Uno, para ganar tiempo para responder de cierta forma coherente algo, para graficar lo que no puede darse entender de otra forma o para decir: “Dejá que te dibuje” a ver si comprendés la cosa. Recurriré —contra mi gusto— a ella para dar a entender ciertas cosas elementales y simples.
A ver... los americanos vienen por nuestros corruptos porque les molestan en cuestiones de delito transnacional. No es un problema nuestro nomás que financien con sus negocios el terrorismo, compren a todo el sistema de Justicia, prostituyan a policías y militares, y además se conviertan en presidentes o legisladores. Es demasiado para que sea solo un problema paraguayo. Su impacto es internacional y los delincuentes lo saben y operan a través de nuestra plataforma.
Hemos firmado con el mundo acuerdos y convenios para combatir este tipo de delitos y estamos obligados a hacerlo.
A ver... si Cartes no va a la Comisión Bicameral a contar lo que sabe sobre lo que se investiga, se sobreentiende que tiene cosas que esconde porque refugiarse en la condición rechazada por repugnante de “senador vitalicio” para no concurrir, claramente, así lo indica.
Ya no pudo ser senador con voz y voto, ya que lo prohíbe la Constitución, pero ahora comprendió que el ser senador vitalicio sí le conviene. Con estas cosas no se debe quejar que el Congreso americano sume acusaciones en su contra y le preparen la extradición.
A ver... si creemos que las inversiones ni el grado de inversión llegan al país es porque entre otras cosas tenemos una mala Justicia institucional, lo que debemos hacer es no solo preocuparnos, sino ocuparnos de ella.
Pero ¿quienes pueden hacerlo? Cuando los referentes que tenemos que votar tienen muchos pleitos judiciales en curso, por lo cual siguen sosteniendo el tinglado de la corrupción. Queremos algo que en realidad no queremos. Sencillo.
A ver... la Concertación nos dice que es una opción, pero solo con declamarlo como mantra no se la construye. Si no se siente una idea que motive y por eso mismo es probable que muchos se decanten de nuevo por el mal conocido desde hace 70 años.
A ver... si dos de los más importantes referentes de la política criolla tuvieron cáncer (Alliana y Lugo) y fueron atendidos en el costoso hospital Sirio Libanés de São Paulo y ahora el último en la Clínica Fleni de Escobar en Argentina deberían en agradecimiento por lo menos construir hospitales donde siete millones de paraguayos tuvieran la oportunidad de salvar sus vidas como ellos y no perecer en centro desabastecidos con médicos desmoralizados.
Tenemos más del 10% de legisladores médicos y ni a uno solo se le ocurrió la idea de cambiar los seguros médicos privados por los cuales anualmente se paga más de 100 millones de dólares y canjearlos por la construcción de dos hospitales de punta por el mismo valor.
Podría continuar con muchos más “a ver...”, pero no tenemos tiempo. Hemos estado perdiendo vidas y oportunidades por culpa de egoístas, corruptos, mediocres e incompetentes políticos a los que solo les mueve el interés personal y no el común.
Es hora de abrir los ojos y actuar en consecuencia. No más muletillas para ganar tiempo y para mentir. Hay que actuar ahora.