Afirmó que su Gobierno es el que más rutas construyó en el Paraguay, superando al ex dictador Alfredo Stroessner, al que trato de “gran líder”. “Después de nuestro mburuvicha guasu, o sea, le superé al general Alfredo Stroessner y vamos a terminar construyendo más de todo lo realizado en la era democrática si Dios quiere. Así nos vamos a despedir del Gobierno dentro de un año y medio”, expresó.
Dijo que las inversiones en rutas ayuda al desarrollo de nuevos polos de producción. Defendió a los productores y criticó a los sectores que cuestionan a la agricultura a gran escala. Dijo que el Estado no puede dar todo “gratis” y puso de ejemplo a la Argentina.
“Nuestra estrategia fue precisamente apoyar al sector productivo, no solamente las grandes vías de comunicación y de conectividad, sino también a pequeñas comunidades en vías de desarrollo y con capacidad productiva. Darle ese brazo solidario a la gente que trabaja para no destruir nunca la cultura productiva en el país, para que no se frustre alguien que busca salir adelante a través del trabajo. El trabajo es lo que va a sacar adelante este país”, expresó.

Calificó de irresponsables a quienes cuestionan las inversiones, que permiten el desarrollo. “Hay muchas propuestas políticas demagógicas e irresponsables que cuestionan estas inversiones, que cuestionan el apoyo de los incentivos que le damos a la gente que trabaja. Hay muchos sectores en nuestro país que construyen un discurso hostil contra el trabajador. Que cuando se habla de inseguridad, quieren contaminar ideológicamente”, apuntó.
“De dónde vamos a sacar recursos si matamos a los que producen en el Paraguay, de eso se trata. La seguridad es un valor de la democracia y no hay que construir un discurso hostil al trabajador. Cambiar la mentalidad de una cultura de trabajo a una cultura asistencialista es demagogia, es una manipulación, es un discurso o miren lo que le pasa a nuestro vecino, Argentina”, precisó. “No hay presupuesto general de gastos en el mundo que pueda vivir con programas y políticas de asistencialista, que es la peor enfermedad que puede tener un pueblo, que tenga que vivir de manera mendicante, esperando lo poco que recibe del Estado, perdiendo la autoestima de construir su propio destino. Esos son los desafíos que tenemos como sociedad”, agregó.
Cambiar la mentalidad de una cultura de trabajo a una cultura asistencialista es demagogia, es una manipulación.
Miren lo que le pasa a Argentina... De dónde vamos a sacar los recursos si matamos a los que producen.
Mario Abdo Benítez,
presidente de la República.