Si bien muchos ministros son cuestionados, el principal motivo de las movidas se daría por el hecho de que el actual ministro de Hacienda, Benigno López, daría un paso al costado.
Según un documento oficioso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), López fue propuesto para ocupar la vicepresidencia de Sectores y Conocimientos del citado organismo, con lo cual dejará un puesto vacante y motivará la reestructuración del Gabinete. En caso de confirmase el nombramiento de Benigno López, suena el nombre del viceministro de Administración Financiera, Óscar Llamosas, como su posible sucesor.
Aunque también se baraja la posibilidad de que el actual director de Itaipú, Ernst Bergen, lo reemplace y también entró en la danza de nombres el de Óscar Orué, titular de la Secretaría de Estado de Tributación (SET).
En el caso de que Abdo se decida por Bergen, tendría que elegir un nuevo titular de Itaipú. Suena para el cargo el actual director de Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos.
Los demás cambios se darán en Relaciones Exteriores, donde el actual canciller Antonio Rivas será reemplazado por Federico González, actual asesor en Asuntos Internacionales del Gobierno y uno de los principales referentes del Codena.
Para Rivas, podría significar su retorno al servicio exterior o bien ocupar el cargo de consejero de Itaipú que su sucesor ostenta a la par del ministro ad honorem de la Presidencia para los Asuntos Internacionales. Lo cierto y lo concreto es que la designación de González al frente de la Cancillería es solo cuestión de horas.
En vez de González, asumirá como asesora en asuntos internacionales la actual titular de Industria y Comercio, Liz Cramer, quien a su vez será reemplazada por el senador y ex canciller Luis Castiglioni.
El ministro Eduardo Petta, de Educación, también podría ser dado de baja a fines de este mes. Petta es otro que constantemente es criticado por su gestión, pero es uno de los más mimados por Abdo Benítez.
Este fin de semana el titular del Ejecutivo mantuvo reuniones con sus colaboradores para ir definiendo los nuevos nombres. No se descarta que en algunas secretarías de Estado también existan cambios.