–¿Qué piensa de la gestión de Mario Abdo Benítez, es insuficiente, aceptable, regular, buena o muy buena?
–A él se lo eligió para echarlo a Cartes. Los colorados lo eligieron para echarlo a Cartes, pero su problema es que surge con poca popularidad en las elecciones, y se encuentra con que tiene que equilibrar los intereses de muchos caudillos colorados que lo apoyaron. Es decir, debe satisfacer las demandas de muchos caudillos colorados. Él es como la cabeza de una federación digamos, más que un jefe en sí. El año pasado tuvo problemas políticos, tuvo problemas económicos, escaso crecimiento, y este año tiene la pandemia encima con sus efectos sanitarios, sociales, económicos, de ánimo colectivo. Le tocaron dos años muy difíciles sin una coalición fuerte que lo apoyara. Su Gobierno es como una hidra de varias cabezas, y sobre todo tiene a un cabezón dentro del Partido que es un problema permanente: Cartes. Él (Marito) le ganó las elecciones pero no consiguió una hegemonía para tener poder.
–¿Cuáles son las debilidades del mandatario?
–En parte son las debilidades de su partido. Fíjate que eso sucede también en el Partido Liberal. El último candidato que encontraron los liberales fue un obispo (Fernando Lugo). El último candidato fuerte por el cual apostaron los colorados era un empresario (Cartes). Tiene que ver con la incapacidad de los grandes partidos, de crear estadistas y líderes propios. Andan como prestando personas de afuera. También los partidos pequeños hacen eso. El problema aparece en el momento de la gobernabilidad.
–¿Abdo tiene fortalezas que pueden potenciarse?
–El año pasado el Latinobarómetro registró un aumento de confianza y popularidad en la lucha anticorrupción, que era el elemento de campaña de Mario Abdo. Incluso gente no colorada confío en eso. Hubo medidas, senadores que tuvieron que renunciar, que fueron echados del Parlamento, se cortaron cabezas dentro de los ministerios, pero eso se acabó. Le sirvió un tiempito pero se frenó esa campaña. La campaña anticorrupción ya no está funcionando, (Javier) Zacarías Irún es un ejemplo (blanqueado en varias causas). Desde el momento en que Marito tiene que negociar con Cartes se empieza a tapar la olla rápidamente.
–¿Cree que el Gobierno de Abdo llegará a su final tras el pacto con Cartes?
–Creo que el cartismo cada tanto le larga un salvavidas y le cobra, hasta provoca crisis para después salvarlo. Es un proceso de chantaje permanente. Depende de ellos que se arme una crisis mayor o menor y que cobren de vuelta la gobernabilidad. Nada está asegurado. Si encontrás la manera de chantajearle a alguien eso es de por vida.
–¿Qué piensa de las intenciones de seguir endeudando al país, no existen otras alternativas?
–La alternativa es la reforma tributaria a la que no se animan. No se animan porque es enfrentarse a los poderes reales del Paraguay, que son los grandes propietarios. Hasta los informes del Fondo Monetario, del Banco Mundial dicen que el sistema tributario paraguayo es insulso. Se habla que le estamos tirando a nuestros nietos la deuda nuestra.
–¿Qué nos espera con este Gobierno, mejorará la gestión?
–No creo. Vamos a ver todavía cómo se capea lo que viene luego. El temporal que nos espera es de terror, por la pandemia. El primer efecto va a ser pobreza. La encuesta de hogares está mostrando que hay departamentos en donde el 75% de los hogares perdió ingresos. La gente está perdiendo empleos, empleos formales, que traerá consecuencias graves, terroríficas. Eso no lo vas a poder solucionar haciendo carreteras y puentes.
–¿Por qué el presidente no cambia a su entorno? Siempre espera las renuncias.
–Porque su Gabinete está cooptado, a los caudillos, a los jefes, a los financistas de su campaña. Tuvieron sus recomendados dentro del gabinete, él no los puede cambiar porque se enojan todos. Lo otro es que no le importa, porque en Educación podría cambiar pero no lo hace, es un ministerio donde le da lo mismo cambiar o no cambiar. También el problema es que cambiar a un ministro en un momento difícil como este supone mucho esfuerzo. El titular de una secretaría de Estado tarda un año en sentarse en medio de su gabinete, en entender qué está pasando detrás, quiénes son los administradores, cómo manejar la interna de los funcionarios, es muy complicado todo eso.
–¿Qué áreas están peor o son las menos favorecidas de este Gobierno?
–Salud creo que es lo único que puede pasar bien el examen. Dentro de todo no estamos recogiendo cadáveres por la calle, como los casos de ecuatorianos y bolivianos. Eso es resultado del equipo técnico de Salud, no del equipo administrativo que tiene su vieja tradición de corrupción. Algo que está re mal es educación. Está mal Agricultura y Ganadería, que es un ministerio que está mal hace rato, hace décadas. Se supone que somos un país agroexportador y ganadero. El último que trató de hacer una reforma en serio allí fue Arsenio Vasconcellos, y después ya sobrevivió nomás el MAG, porque es un ministerio que tiene mucho poder político, los partidos lo quieren para ellos, pero debería tener una función eminentemente técnica.
–¿Por qué Abdo no aprobó los subsidios a ANDE y Essap, eso genera distanciamiento con la ciudadanía?
–ANDE es una empresa deficitaria desde hace años, es una empresa que no invierte internamente, hay cortes de luz, se incendian subestaciones, es un desastre con nula y escasa inversión. Lo que debería hacerse, por ejemplo, es reorientar la cantidad de fondos de Itaipú y Yacyretá a esos objetivos. Invertir y otorgar subvenciones sociales. No entendemos cómo un país que tiene energía limpia y barata está utilizando en sus hogares leña y carbón para cocinar, destruyendo recursos naturales en lugar de aplicar una buena política energética, que le permitiría tener cocinas eléctricas. Otra duda es cómo se va a renegociar (el Tratado de Itaipú) en el 2023, porque la tendencia del Paraguay respecto a su riqueza energética fue rentística, fue vender nomás, al precio que sea, en vez de invertir eso en el crecimiento y el desarrollo. Eso va a volver a estar en entredicho.
La campaña anticorrupción ya no está funcionando, Zacarías es un ejemplo (blanqueado en varias causas). Desde que Marito tiene que negociar con Cartes se empieza a tapar la olla.
Vamos a ver cómo se capea lo que viene. El temporal que nos espera es de terror, por la pandemia. El primer efecto va a ser pobreza. Eso no se soluciona haciendo carreteras y puentes.