Ozuna explicó que posee un terreno a unos 2.000 metros de su vivienda, donde diariamente lleva a pastar a sus animales. Sin embargo, al acudir este sábado a buscarlos, se encontró con una escena desoladora: Solo halló la cabeza y algunas vísceras de uno de sus bueyes, evidenciando que el animal había sido faenado.
El agricultor estimó que la pérdida económica asciende a unos G. 7 millones, un golpe significativo para su economía. La denuncia fue presentada en la Subcomisaría de Frontera Curuzú Ñú, donde se inició la investigación correspondiente para dar con los responsables del delito.
Lea también: El abigeato, plaga que golpea tanto al pequeño como al gran productor
Este hecho pone de manifiesto la vulnerabilidad de los productores rurales ante el abigeato, un problema recurrente que afecta la seguridad y el sustento de las familias campesinas en la región.