La abogada María José Durán explicó a NPY que no descartan llegar a instancias internacionales, tras la prescripción de la causa y el sobreseimiento definitivo del sacerdote Silvestre Olmedo, denunciado por acoso sexual por su defendida Alexa Torres.
“Nosotros vamos a tomarnos el tiempo a hacer un análisis sobre la pertinencia de llegar a la Corte Suprema de Justicia y llegar a instancias internacionales. Tenemos un camino por recorrer y vamos a analizar esa posibilidad”, expresó.
Durán aclaró que en la mañana de este jueves se enteraron de forma oficial sobre lo decretado por el Tribunal de Apelación y calificó de vergonzoso que se haya filtrado dicha sentencia judicial sin dar participación a las partes como primera medida.
“Es muy vergonzoso que el Tribunal filtre una sentencia judicial tan importante. Es inconcebible que se haya filtrado a la prensa sin haber notificado a Alexa”, cuestionó.
Igualmente, la abogada reprochó al Estado que insta a las mujeres a denunciar, pero cuando lo hacen deben pasar por un largo y difícil proceso, que acaba en la impunidad.
“Alexa en todo momento recibió de la Iglesia todo tipo de atropellos. Ella intentó agotar todas las instancias eclesiales y hoy el Poder Judicial le cierra la puerta”, lamentó.
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Un tribunal resolvió el miércoles declarar la nulidad de la sentencia definitiva dictada el 5 de noviembre del año pasado contra el sacerdote Silvestre Olmedo, en la que fue condenado a un año de cárcel por acoso sexual con suspensión de la ejecución de la pena.
Una minoría de camaristas votó por la absolución, manifestando que no se da el acoso y, por tanto, no hubo delito alguno.
El cura fue denunciado por la joven y enfrentó dos juicios orales por el mismo caso. En el primero fue absuelto por un Tribunal de Sentencia de San Lorenzo el 10 de agosto de 2020.
Pero, en diciembre de ese mismo año, fue anulado por el Tribunal de Apelaciones de Central, con lo que se dispuso la realización de un nuevo juicio oral y público, en el que fue condenado.
El acoso se había dado cuando la joven era voluntaria en la parroquia San José, en grupos juveniles, ante autoridades civiles y eclesiásticas. Afirmó que el religioso la manoseó aprovechándose de la confianza que ella tenía hacia él. El caso se dio en el 2016.