En medio de las declaraciones vertidas por la senadora, saltan contradicciones. El abogado Víctor Peña Gamba, ex propietario de la residencia que hoy pertenece a Lizarella Valiente, brindó ayer detalles sobre el proceso de venta de la lujosa vivienda adquirida en el 2020. En ese entonces, Lizarella era funcionaria de la Dinac con un salario de apenas de G. 7 millones y su pareja sentimental, el intendente de Asunción, Óscar Rodríguez, en ese tiempo, había sido designado como jefe comunal.
El abogado aseguró que no realizó mejoras en la residencia, contradiciendo a la congresista colorada, quien había dicho que algunos arreglos habían corrido por cuenta del vendedor. “Ellos hicieron mejoras a la casa, yo no las hice. Estimo que se instaló en la casa en el año 2020, por lo menos ella, pero no recuerdo bien, ya fue hace años”, afirmó Peña Gamba a la 1080 AM.
Lizarella había señalado que los dueños anteriores del inmueble se encargaron de los arreglos. “Cuando hablé con la familia, desde que conocí la casa, ellos mismos se encargaron de hacer unos arreglos que siempre se hacen. Claro que corrió por cuenta de ellos”, dijo.
El abogado admitió que vendió su casa sin tener una garantía de que la compradora pudiese pagar el valor de la vivienda ubicada en el barrio Felicidad, el segundo más caro de Lambaré. “Yo vendí la casa, sí podía haber quitado más, bueno, genial. Pero necesitaba asegurar una rentabilidad, porque me estaba generando gastos. Entonces vino esta señora, que no tenía la publicidad que tiene ahora. A ella le encantó la casa, pero no tenía los medios necesarios. Yo le dije que le iba a dar todas las facilidades”, apuntó.
Sin intermediarios. Aseguró que la venta se hizo sin intermediarios y el pago de las cuotas se hace en efectivo. No obstante, Gamba no recuerda cuántas cuotas faltan abonar porque el dinero lo recibe directamente su esposa.
Para el abogado, en la vida no hay garantía de nada e indicó que no tenía la obligación de pedir un comprobante de ingresos.
“En mis relaciones personales y comerciales, trato de no juzgar a las personas, busco lo mejor de esa persona y a mí me interesa hacer el bien y no quedar mal con esas personas”, indicó. Señaló que la venta de la casa a Lizarella Valiente fue “una cosa circunstancial”, porque ya no tiene un relacionamiento asiduo con la familia del actual intendente de Asunción. Afirmó que la propiedad no se la iba a vender a Nenecho Rodríguez “porque era una persona pública” y quería evitar “problemas”.
Lo llamativo es que el año en que fue adquirida se ofertaba en las redes sociales por la suma de USD 360.000; es decir que rondada en la suma de G. 2.500 millones. La senadora terminó comprando por G. 860 millones. Mucho menos del valor del mercado.