La defensa del presunto capo narco Reinaldo Javier Cabaña Santacruz, alias Cucho, sostiene que la Operación Berilo forma parte de una vendetta política y que él solo sería una víctima colateral de una estrategia de desprestigio. Tienen sospechas de que los que estarían detrás son José Ortiz (gerente de Tabesa) y el clan Zacarías.
“Este es un tema político y no era a mi defendido a quién le estaban escuchando, sino al diputado Quintana es al que le estaban escuchando. Cuando fue el tema del dinero, ahí recién aparece Cucho en escena”, indicó el abogado Filemón Meza, refiriéndose al caso del 28 de agosto del 2018, cuando agentes de la Comisaría de Nueva Londres retuvieron a Diego Medina. Según la Fiscalía, este joven era secretario de Cucho y tenía USD 190.000 en su poder.
Incluso señala que las diligencias del Ministerio Público “recién se dieron el 3 de setiembre, unos días antes de la detención de mi defendido”, como forma de sostener su hipótesis.
Ante la consulta sobre quiénes ordenaron las escuchas, dijo que vendría “del clan Zacarías y otro hombre fuerte del anterior Gobierno que vive en Ciudad del Este de apellido Ortiz”, mencionó Meza. Incluso dio a entender que habrían puesto el dinero para comprar la droga encontrada en la casa del hermano de Cucho Cabaña.
Entre otros puntos criticó la labor de la Fiscalía, sosteniendo que la defensa no tiene acceso a las escuchas e intercepciones de comunicaciones que se sostienen como elementos de prueba para la Operación Berilo. “La Fiscalía tampoco tiene, las grabaciones parece que tienen unos brasileños”, sentenció.
¿HABÍA DROGA? Por último, ante la consulta si es que existe un video donde se observa que durante los allanamientos se implantaron los 21,8 kilos de cocaína, mencionó que “puede que exista ese video de plantación de drogas”.