22 dic. 2024

Abren laboratorio donde los niños aprenden a manejar sus emociones

Psicóloga Belén Espínola y su laboratorio de emociones_39156423.jpg

Un espacio en el que los niños y niñas de 4 a 7 años busquen aprender a manejar sus enojos, sus alegrías o frustraciones se abre desde el próximo mes en el Laboratorio de Emociones, creado por la sicóloga infantil Belén Espínola.

Un primer lugar se abre los martes por la tarde, donde ya tiene el cupo lleno. Pero todavía quedan vacantes para niños y niñas en el turno de los miércoles por la mañana.

“¿Cómo hago para gestionar una frustración o un enojo?, ¿cómo lo pueden hacer las niñas y los niños pequeños?”, son preguntas que la experta pretende responder durante esta actividad, que se realiza una vez por semana, a modo de colonia de vacaciones.

El laboratorio no se trata de una actividad pedagógica, pues es pura práctica con método científico para que los chicos puedan investigar, autoevaluarse y seguir aprendiendo, conforme a la edad de cada uno. “Pero tampoco es una colonia de vacaciones como tal, pues los chicos después de todo sí van a aprender”, dice Espínola.

Explica que estas emociones se expresan a través del cuerpo, con acciones físicas y que generan conductas impulsivas muchas veces.

“La tristeza nos apaga, hace que estemos más desganados, por decirlo de alguna manera. Pero esto se puede gestionar”.

Como se trata de niños pequeños, otro punto es que la respuesta a estas emociones suele ser que quieren pegar, patear algo o gritar. Son factores comunes, pero como dice la sicóloga, la idea es que aprendan a gestionar estos impulsos desde temprana edad.

“La idea surge también como una respuesta a la necesidad que tienen los padres de llevar a sus hijos a lugares sin que esto signifique que deban realizar una actividad pedagógica”, agrega.

Si bien las actividades están dirigidas a niños y niñas de 4 a 7 años, esto no implica que puedan superar este rango etario, pero como máximo hasta los 10 años.

LAS CONSULTAS. La falta del manejo del enojo es justamente una de las causas más frecuentes de consultas de familias que llevan a los hijos más pequeños al consultorio, cuenta la especialista.

“Son mayoritariamente casos de desregulación emocional, conductual, pero las consultas van en aumento. Ya no tengo lugar para consultas particulares en consultorio”, asegura.

La mayor cantidad de casos no tienen que ver con algún trastorno, precisamente, sino con esta falta de saber cómo manejar las emociones.

“Muchos padres dudan, pero eso es normal, después de todo nadie nos enseña cómo ser papás o mamás”, continúa Espínola.

Para la experta, es mejor dudar y pedir ayuda que recurrir a una práctica recurrente que es replicar lo que a uno le hicieron en su infancia.

“Repetir patrones no siempre es lo ideal y las experiencias pueden ser no positivas, lo que repercute en el largo plazo en los niños”.

Otra práctica acostumbrada en estos tiempos es la búsqueda de acciones en internet, que Espínola desaconseja.

Incluso se puede recurrir en auxilio de otros profesionales ante las dudas, como fonoaudiólogos, sicopedagogos o las profesoras de los estudiantes, quienes pueden dar una mano o recomendar a otros expertos.

SITUACIONES. Espínola también habla sobre la ola de violencia que se vio este año en las instituciones educativas, donde hay 2.000 denuncias de acoso o abuso sexual y cientos de denuncias de bullying, amenazas de bombas o tiroteos.

El autocuidado y las situaciones de riesgo (abuso, maltrato, negligencia) serán igualmente temas a compartir durante este periodo.

“Serán abordados estos temas, como un refilón con trabajos de prevención y de autocuidado”, cita.

Alega que estos temas que son cuestiones de denuncia diaria a nivel local son todavía temas tabú. El trabajo en la prevención y el autocuidado debe ser tratado desde temprana edad en los niños y niñas, argumenta.

En este caso, para Espínola también es ideal que otros trabajadores como los docentes puedan ser capacitados o capacitarse para tener mayor conocimiento.

EFECTOS. La pandemia del Covid-19 y el encierro de casi dos años de niños, niñas y adolescentes definitivamente tuvo sus consecuencias en la salud mental de los más pequeños, sostiene la sicóloga.

“Un niño o una niña que hizo el Jardín en el 2020, digamos que tuvo recién su experiencia total de escuela este año, ya en el primer grado, donde debe aprender cosas un poco más complicadas como la escritura o los números”, comenta Espínola.

La Unesco reconoció a lo largo de este periodo que millones de niños y niñas se vieron afectados por la crisis de la salud mental.

“Se suma que en esta época, además, aprendieron por primera vez o algunos por segunda o tercera a rendir un examen escrito u oral de manera presencial, alejados unos de otros entre compañeros y quizás sin la presencia de los padres, como pudo ocurrir con las clases virtuales”.

Las crisis de ansiedad, falta de sueño, emociones fuertes, que son normales en esta época de evaluaciones, crecieron con esta experiencia atípica de encierro. Para las familias que estén interesadas en anotar a sus hijos al taller, las sesiones se inician el próximo 7 de diciembre; son intensivas y tienen una duración de dos meses. (Ver infografía).

Que los padres tengan dudas sobre el manejo de emociones es normal. Lo importante es buscar ayuda.

Belén Espínola, sicóloga infantil.

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