Esto implica la absorción por parte del órgano de control de la Secretaría Anticorrupción (Senac), que anteriormente dependía de la Presidencia de la República.
Si bien una clara mayoría oficialista apoyó la sanción, la oposición y la disidencia colorada advirtieron que el papel de la Contraloría podría pervertirse con vistas de la injerencia que tenga el Ejecutivo en el Consejo, que crea la ley. Fueron 40 los votos a favor de la sanción de la ley, en medio de cuestionamientos de los opositores que calificaron de inconstitucional.
El diputado liberal Adrián Billy Vaesken dijo que el propósito de la implementación de esta ley pretende que el poder regule lo que la Contraloría pueda controlar a partir de ahora.
“Con esto se pretende debilitar aún más la débil democracia, que estamos teniendo, y lo que hace es crear leyes a medida para que los opositores, la prensa y la ciudadanía de verdad no puedan controlar”, increpó.
“Lastimosamente, la Contraloría hoy está en manos de alguien que juega el partido con el Poder Ejecutivo y es del mismo signo político”, sentenció, en alusión al titular de la CGR Camilo Benítez.
Agregó que la Contraloría “blanquea junto al Ministerio de Desarrollo Social, absolutamente todo y, en contrapartida, persigue a la gente que no piensa igual”.
El colorado disidente Mauricio Espínola habló del temor que existe de que el Ejecutivo conforme un Consejo, en coordinación con la Contraloría, para supuestamente combatir la corrupción.
Advirtió que podría darse todo lo contrario y “se teme que vayan solo contra las administraciones disidentes y opositoras”.
“¿Cómo se puede garantizar de que este Consejo no sea un nuevo Consejo copado por el oficialismo?, y esto no es para los cartistas solamente porque en algún momento la balanza puede estar inclinada hacia otro sector”, indicó el opositor Raúl Benítez.
Otro liberal Antonio Buzarquis también manifestó su preocupación en torno a esta “versión disfrazada” de control, y remarcó la imposibilidad que un poder se controle a sí mismo, en referencia al Ejecutivo.
“Esta es la peor versión de un sistema de control. ¿Cómo es posible que el propio presidente de la República nombre un ministro anticorrupción y espere resultados?”, fue el reclamo del diputado.
Sugirió que el Ejecutivo no integre el Consejo que va encabezar la Contraloría para ejercer control y fiscalización de las distintas dependencias del Estado. “Hay que evitar la superposición. El autocontrol no existe aquí y en ningún otro lado”, sostuvo.
En cambio, para el titular de la Cámara Baja, Raúl Latorre, se trata de un nuevo mecanismo de transparencia, que va a “fomentar la gestión eficiente y clara de los asuntos públicos y asegurar un uso adecuado de los recursos del Estado, además de impulsar la participación activa de la ciudadanía”.