“Mirana mi hija mi casita está por caerse todo, sobrevivo gracias a la bondad y generosidad de los vecinos, que por lo menos me acercan leña, comida calentita de vez en cuando, y si no pueden yo me las arreglo como puedo hay veces que como una vez al día, pero ya me acostumbre”, dijo ña Ciriaca.
La misma expresa que tiene un sueldo de la tercera edad que en su momento el propio gerente del banco fue hasta su casita y la hizo colocar sus huellas dactilares en los papeles necesarios para que pueda ser beneficiaria.
“Sabes que nunca vi mi sueldo, don Tili Aguilera, tiene mi tarjeta y mi cédula, ellos cobran por mí pero solo me mandan 10.000 o 20.000 guaraníes de eso, ya le pedí muchas veces y no quiere dar”, contó la abuela. Explicó que su madre en vida había pedido a don Tili y familia que cuidara de ella cuando y a cambio le dejaría el terreno donde vive, pero dicho trato solo fue en palabras ya que la mamá de ña Ciriaca nunca llego a firmar ningún papel antes de morir. La abuela pide que le devuelvan su tarjeta y su cédula para por lo menos pueda ver su platita que cobra cada mes. La casita donde vive no cuenta con energía eléctrica y le faltan todas las comodidades, como heladera, cama, colchón, ropero, cocinita, materiales para refaccionar la casita que tiene agujeros y grietas en las paredes.
Ante la acusación, contactamos con Bartolomé Aguilera Tili, para saber su versión; él afirma tener la tarjeta de la señora. “Es cierto, tengo su tarjeta; ella está en cama no se puede manejar y nosotros la mantenemos hace más de 20 años, le llevamos todo lo necesario, hay veces que nos vamos a cocinarle, le compramos todos los remedios, no le hacemos faltar nada”, refutó Tili Aguilera. Por último, dijo que “es normal cuando ayudas las personas que te acusen y digan cosas que no son, pero la señora vive en su casita que le mejoramos y no le falta nada”, concluyó Aguilera. MR
