“Abuelas de Plaza de Mayo celebra el encuentro de otro nieto que durante 42 años vivió con su identidad cambiada”, comenzó este viernes en una rueda de prensa la titular de la agrupación, Estela de Carlotto.
La búsqueda comenzó en 1999, cuando uno de los medio hermanos por parte materna, Ismael, denunció ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) haber sido secuestrado en 1976 junto a Rosario del Carmen –activa militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)– y Marcos.
Ismael, que tiene otro hermano llamado Camilo, aseguró también que, después de haber logrado escapar y volver con su familia paterna, no supo nada más de ellos dos.
En el momento del secuestro, Marcos, nacido el 9 de junio de 1976 en San Miguel de Tucumán (en el noroeste del país) –fruto de la relación de su madre con un hombre todavía desconocido–, tenía cinco meses de edad.
La investigación avanzó cuando, en 2013, el Fondo Permanente de Recompensas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos argentino recibió información sobre un joven que podría ser hijo de desaparecidos, y que habría sido “apropiado por una persona imputada por crímenes de lesa humanidad en la provincia de Tucumán”, explicó De Carlotto.
Marcos aceptó realizarse voluntariamente los exámenes de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos y este jueves conoció los resultados.
Durante la rueda de prensa, Ismael agradeció “emocionado” a “todas las Madres y Abuelas que pudieron hacer algo impresionante, que es la búsqueda” y encuentro de su hermano.
Por su parte, Camilo, quien se refirió a su medio hermano como “Marquitos” –que no asistió a la conferencia–, aseguró que este encuentro es “la restitución de 42 años del amor no vivido” y expresó su “agradecimiento infinito”.
“Nos permitieron conocer parte de nuestra historia, parte nuestra que hemos conocido a través de Marcos. Estamos armando nuestro álbum. No puedo todavía procesar la inmensa felicidad que encierra este gran encuentro que hemos tenido”, aseguró Camilo a los medios.
Abuelas de Plaza de Mayo estima que cerca de 500 bebés fueron robados a sus padres por la dictadura, que además hizo desaparecer a cerca de 30.000 personas, según datos de las organizaciones de derechos humanos.