Números que preocupan. Solo hasta este año, el Hospital Pediátrico Acosta Ñu atendió a 337 pacientes maltratados. De esta cifra, 90 correspondieron a víctimas de abuso sexual. “Nos llama la atención y nos impacta la curva ascendente de toda esta situación”, expresó con preocupación la doctora Lourdes Zelaya, jefa de Salud Mental del nosocomio.
Desde el 2001, el centro asistencial lleva adelante un sistema de monitoreo de maltrato infantil. En total, contabilizaron 5.579 casos hasta este año. El año pasado, la cifra estuvo cercana a los 600.
Los profesionales del pediátrico señalaron igualmente que en el 90% de los casos, el responsable del hecho está dentro de la casa. Para la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez, esta es una situación que alarma.
“Preocupa muchísimo que en el espacio que por ley debe ser el más seguro para los niños ocurran estos hechos. Nuestro trabajo apuntará a la comunidad y con la familia. Para que todos veamos y sepamos lo que pasa al lado nuestro. Todos debemos comprometernos a denunciar estos hechos”, instó.
Las razones
La doctora Zelaya explicó que el aumento de las cifras se da porque hay mejores mecanismos de detección. También se suma el hecho de que son referidos por la comunidad. Sin embargo, le alarma que esos números correspondan solo al Acosta Ñu.
“Obviamente es una pequeña muestra de lo que es la magnitud real del problema. Uno debería imaginarse lo que es a nivel país”, expresó en atención a que los números globales son mucho mayores. De hecho, en el 2017, solo a través del Fono 147 se reportaron unas 2.249 denuncias de abuso infantil.
La ministra de la Niñez señaló que a pesar de las sanciones penales el problema persiste. El trabajo de las instituciones debe apuntar a prevenir el problema.
Estremecimiento
La referente de Salud Mental del Acosta Ñu reveló situaciones impactantes que encontraron en las consultas por abuso sexual: Niños de entre 10 y 14 años que intentaron tomar una decisión drástica con su vida.
“Eso nos muestra el impacto que este tipo de situaciones tiene y que se proyectan para toda la vida”, dijo Zelaya. Añadió que el tratamiento no solo debe ser sicológico y siquiátrico. También debe existir el acompañamiento de la sociedad. Coincidió con la ministra de la niñez en invertir en prevención y en educación.
Refirió además, que los hospitales que recepcionan los casos deben contar con un equipo de protección general, que esté integrado por diversos profesionales.