El accidente de aviación que se ha producido en Washington al chocar un helicóptero militar con un avión en el que iban 60 pasajeros y cuatro tripulantes es el peor en Estados Unidos desde el 2009.
El vuelo 5342 de American Eagle –aerolínea regional subsidiaria de American Airlines–, procedente de Wichita (Kansas) estaba realizando la aproximación al aeropuerto Ronald Reagan de Washington DC cuando a las 20:48 del pasado miércoles chocó con un helicóptero militar Black Hawk en el que viajaban tres personas.
La última vez que se había registrado una tragedia aérea en EEUU fue el 13 febrero de 2009 cuando un avión de la Continental Airlines se estrelló contra una casa cerca de Búfalo (Nueva York) y en la que murieron 50 personas.
Poco más de una década después tuvo lugar este accidente que involucró –de forma inédita– a un avión comercial de pasajeros y a un helicóptero militar.
Los medios estadounidenses indicaron ayer que varios cuerpos fueron sacados de las aguas heladas. En efecto, una gigantesca operación de búsqueda y rescate se puso en marcha con buceadores sumergidos en las gélidas aguas del río Potomac, ayudados por potentes reflectores.
El jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, dijo a los periodistas que unos 300 rescatistas trabajaron en condiciones “extremadamente difíciles” y dio pocos indicios de que se puedan encontrar sobrevivientes.
Las autoridades no creen que haya sobrevivientes del choque. “A esta altura no pensamos que haya sobrevivientes”, dijo Donnelly en rueda de prensa en el aeropuerto Ronald Reagan. Añadió que pasaron de una operación de rescate a una “de recuperación” de los cuerpos.
Los rescatistas recuperaron los restos de al menos 27 pasajeros del avión y uno del helicóptero, hasta el cierre de esta edición.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) informó que el avión era un Bombardier operado por una subsidiaria de American Airlines. Según la aerolínea, el aparato viajaba desde Wichita, Kansas, al aeropuerto Ronald Reagan de la capital estadounidense.
VUELO DE PRÁCTICA. El helicóptero efectuaba un “vuelo de entrenamiento”, informó un portavoz militar.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, precisó que el helicóptero Black Hawk, con tres militares a bordo, tenía “una tripulación bastante experimentada que estaba haciendo una evaluación nocturna anual obligatoria”. “Llevaban gafas de visión nocturna”, añadió.
En un audio del servicio de tráfico aéreo, se oye a los controladores preguntar reiteradamente al helicóptero si tenía “a la vista” el avión de pasajeros y justo antes del choque decirle que “pasara por detrás” del avión.
“Acabo de ver una bola de fuego y desapareció”, se escuchó a un controlador decirle a otro después de que se cortara la comunicación con el helicóptero.
Con el agua en temperaturas en torno a los dos grados Celsius, las posibilidades de sobrevivir en el río eran muy escasas, según los expertos.
La pareja de patinadores artísticos rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, campeones mundiales en 1994, iban a bordo del avión junto a otras personalidades del mundo del patinaje.