“ACNUR valora los esfuerzos de Costa Rica por mantener abiertas sus fronteras a los nicaragüenses que necesitan protección internacional”, señaló el portavoz William Spindler, en la rueda de prensa bisemanal de la ONU, en Ginebra.
“Pero al mismo tiempo instamos a la comunidad internacional a ofrecer apoyo a este país y a otros que acogen a refugiados y solicitantes de asilo nicaragüenses, en línea con el espíritu de solidaridad y de reparto de la responsabilidad del Pacto Global sobre Refugiados y la aplicación del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS)”, afirmó.
El MIRPS es un plan de acción regional para reforzar la protección y promover soluciones duraderas entre países de origen, tránsito y destino en Centroamérica y México.
En los últimos meses las solicitudes de asilo de nicaragüenses en el vecino Costa Rica y en otros países como Panamá, México y EEUU, han aumentado de manera importante, recalcó Spindler. Otros países como Honduras, El Salvador y Guatemala se están convirtiendo en naciones de tránsito, explicó.
Actualmente, dijo, una media de 200 solicitudes de asilo están siendo registradas por nicaragüenses cada día en Costa Rica. Según las autoridades costarricenses, casi 8.000 peticiones de nicaragüenses han sido obtenidas desde abril, cuando estalló la crisis en Nicaragua, de acuerdo con Spindler.
Unos 15.000 nicaragüenses tienen cita para registrarse más adelante, puesto que las capacidades de Costa Rica para tramitar todas las solicitudes se ven superadas, indicó el portavoz.
ACNUR por ello está prestando apoyo a la autoridad migratoria, a fin de aumentar la capacidad de tramitación de 200 solicitudes diarias a al menos 500, recalcó.
También ha reforzado su presencia en la región fronteriza del norte de Costa Rica y, junto con otras agencias de la ONU y ONG, está intensificando la capacidad de respuesta para poder ofrecer protección inmediata y asistencia a los refugiados y solicitantes de asilo nicaragüenses, tanto en el norte como en la capital, San José.
De acuerdo con Spindler, muchos de los ciudadanos de Nicaragua que abandonan su país son acogidos por las entre 100.000 y 150.000 familias nicaragüenses que ya viven en Costa Rica y que ofrecen una red de seguridad inicial a los amigos, familiares y conciudadanos.
Si bien en Panamá, México y EEUU se registró una tendencia similar en cuanto al número de solicitudes de asilo de nicaragüenses durante la primera mitad del año, con un importante aumento en junio, la cifra en esas tres naciones son más bajas, según ACNUR, que está a la espera de datos más concretos.
“En estos momentos nuestros esfuerzos se concentran en Costa Rica, que recibe muchas más solicitudes de nicaragüenses, pero en los demás países por supuesto estamos siguiendo la situación de cerca”, recalcó Spindler.
De momento, ACNUR elaborará en coordinación con las autoridades gubernamentales, el sistema de la ONU y socios un plan de respuesta regional integral para gestionar la protección internacional y las necesidades humanitarias de refugiados nicaragüenses, indicó la agencia.
Nicaragua atraviesa la crisis más sangrienta desde la década de los años 1980, también con el presidente Daniel Ortega como presidente, y ha dejado entre 295 y 448 muertos, según varios organismos humanitarios, cifra que el propio mandatario ha rebajado el lunes a 195.