El dato divulgado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que sirve como anticipo provisional para medir la variación trimestral del producto interior bruto (PIB), muestra, además, un retroceso del 0,3% en comparación con mayo último, cuando la economía había logrado un tibio avance tras la racha negativa iniciada en setiembre de 2023.
En el sexto mes del año, los diversos sectores económicos operaron en un escenario de aún muy elevada inflación (271,5% interanual en junio), pero en progresiva desaceleración, mientras que el consumo siguió en retracción en el escenario de fuerte ajuste que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei.
La agricultura, con fuerte peso en la economía argentina, impulsó por segundo mes consecutivo el indicador de actividad gracias a un salto del 82,4% en comparación con junio de 2023, cuando el sector agrícola argentino sufría el embate de una severa sequía.
Pero ese impulso no alcanzó para evitar una caída generalizada del indicador, con nueve de las 16 divisiones incluidas en la medición en retroceso, destacando los desplomes de la construcción (-23,6%), la industria manufacturera (-20,4%) y el comercio (-18,6%).
En los primeros seis meses del año, la actividad económica de Argentina ha acumulado un retroceso del 3,2%.
De acuerdo a los economistas privados que mensualmente consulta el Banco Central argentino para su informe de expectativas, en 2024 la economía argentina descenderá en un 3,7%. EFE