Para David Riveros García, activista social anticorrupción, director ejecutivo de la organización no gubernamental Reacción Paraguay –dedicada al monitoreo del uso del Fonacide y al cumplimiento de la ley de Ley N° 5282/14, De libre acceso ciudadano a la información pública y transparencia gubernamental–, Ciudad del Este todavía no se liberó.
Riveros manifiesta que el Partido Colorado no dejará el camino fácil y es capaz de llegar a cualquier compromiso político para seguir manteniendo el poder en la segunda ciudad más importante del país. “Por eso decimos que todavía no se liberó Ciudad del Este, está en una transición, donde se abre una caja de Pandora. Libres todavía no estamos”, afirmó.
Asegura que el camino a la transparencia recién empieza. Las redes clientelistas que caracterizan a administraciones corruptas que se enraízan en el poder se mantiene. “Si vos cortás la cabeza, es como la hidra, igual vuelven a salir otras”, lamenta. Advierte que las redes de nepotismo cuyos hilos estiraron los Zacarías y permitieron al clan gobernar durante tantos años, siguen allí y latentes.
Riveros García considera que antes de hablar de proyectos de desarrollo, quien quiera que administre el Municipio tiene que darse cuenta de que esas redes no desaparecieron y que el desafío que tendrán, especialmente si gana la oposición, es tener que lidiar con esas redes.

“Los Zacarías igual desde el fondo pueden seguir estirando y manipulando a esas personas y de ese modo imposibilitar cualquier proyecto que quieran desarrollar desde la nueva administración. De darse eso, los Zacarías pueden volver diciendo que son los únicos que pueden manejar la ciudad”, opinó.
En otro momento, mencionó que el que resultare electo intendente tiene que tener una estrategia a largo plazo, conseguir atraer la capacidad de profesionales que quieran trabajar en la construcción de una administración transparente y eficiente, que no pasa solo por facilitar información.
“La apertura y la transparencia generan una demanda de respuesta de una institución pública. Si la gente empieza a ver el movimiento de sus tributos, las inversiones en infraestructura, y si algo no les gusta van a reclamar, a denunciar, y si no hay respuesta, es lo mismo como que no existiera la información”, indicó.
EL PODER. La lucha por el poder municipal no será fácil. Riveros observa que dentro del Partido Colorado hay facciones opuestas. Por un lado, los que buscan asegurar la gobernabilidad del país y por el otro los que quieren asegurar sus privilegios y mantenerse en el poder y de alguna forma encubrirse.
Señala que en este momento no hay una figura en Ciudad del Este que pueda aglutinar al Partido Colorado, aunque siempre terminan unidos.
Tampoco hay una oposición unificada, y pide que no hagan promesas que después no la vayan a cumplir. “Los nuevos candidatos, muchos de ellos llevando el banner de la transparencia, no deberían caer en el error de incumplir promesas de apertura de rendición de cuentas, que es lo que siempre hacía la administración pasada”, criticó.
Instó a la ciudadanía a también liberarse de oportunistas, que no tienen una trayectoria de servicio a la ciudad y que se basan más en la retórica que en proyectos realistas y sostenibles, que van a construir ciudadanía a largo plazo y que van a cambiar el futuro de Ciudad del Este. “De lo contrario no estamos cambiando nada”, subrayó.
Instó a dejar de lado la pelea de quién estuvo o no en las últimas manifestaciones, “porque este es un proceso de varios años y no se ha ganado por las manifestaciones, no es la que decide qué se va a hacer en el Municipio, es todo el conjunto”.