“Han sido los peores once meses de mi vida... sentí que mis 47 años como actor se desmantelaban”, declaró Geoffrey Rush, quien es el primer testigo en la primera jornada de un juicio que se prevé durará 13 días, según la cadena local ABC.
Rush demandó por difamación a la compañía Nationwide News, propietaria del Daily Telegraph y filial de News Corp Australia, y al periodista Jonathan Moran por el artículo del 30 de noviembre de 2017 que le acusaba de “conducta inapropiada” con la actriz australiana Eryn-Jean Norvill cuando colaboraban en King Lear, una obra representada por la Compañía de Teatro de Sídney entre noviembre de 2015 y enero de 2016.
Al presentar la demanda, el galardonado con un Óscar en 1996 por su actuación en Shine y conocido también por encarnar al capitán Héctor Barbossa en la saga cinematográfica Piratas del Caribe consideró que el diario “causó un daño irreparable” a su reputación.
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El abogado Brice McClintock, que defiende a Rush, sostuvo este lunes durante la vista que los ingresos de su cliente descendieron del equivalente a USD 1 millón o 926.669 euros a USD 31.342 o 27.182 euros.
McClintock señaló que no había protagonizado ningún escándalo, “su reputación era estelar, no podía estar más alta”, y luego acusó al rotativo y al periodista de buscar una “historia a lo Weinstein”, en alusión al productor de Hollywood vinculado al movimiento #metoo.
Rush relató al tribunal que él leyó el artículo por primera vez frente a su esposa y su hijo de 20 años, momento en que vio “cuán perturbados estaban” y eso “lo hirió profundamente”.
El actor indicó que la información periodística le afectó su vida porque impidió que trabajara e hizo que perdiera el apetito y el sueño.
El Tribunal Federal desestimó en marzo los argumentos de la defensa para rechazar la demanda por considerar que la calificación de “conducta inapropiada” se basaba en consideraciones “vagas e imprecisas”.
El juicio debió empezar en julio, pero el proceso se detuvo a petición de la defensa para incluir el testimonio de Norvill como testigo.
La actriz australiana, en una declaración escrita presentada el 9 de agosto pasado al Tribunal Federal de Sídney, sostuvo que Rush le tocó los pechos y deslizó sus manos por la parte inferior de la espalda.