Corría el año de 1942, Jorge Negrete fue el galán de El peñón de las ánimas, cinta en la que Gloria Marín, entonces pareja de Negrete, fue rechazada para estelarizar la película y en su lugar estaría en María Félix, quien hacía su debut en el séptimo arte.
La decisión no le cayó en gracia al charro cantor y aún más le disgustaron los desplantes de la diva. Terminada la filmación, Negrete se negó a firmarle el libreto a Félix, una tradición que se llevaba a cabo al concluir un rodaje.
Diez años después, con la carrera de María consolidada, el cine los volvería a reunir para El rapto (1952), cinta en la que cupido hizo de las suyas. Ambos cayeron en las redes del amor, la boda fue televisada y todo era como un sueño, pero el matrimonio duró poco.
Jorge Negrete padeció una enfermedad hepática que lo llevó al hospital. María Félix se hallaba en Francia, por lo que tomó helicópteros y aviones para reunirse con Jorge en el hospital Cedros de Líbanos en Los Ángeles.
Finalmente la pareja se reencontró y Jorge prácticamente murió en los brazos de María el 5 de diciembre del 1953 .
“Jorge Negrete sabía que estaba enfermo, y se quiso pasar una año ¡a todo dar! ", dijo María Félix en el programa La movida (1992), al recordar al intérprete de México, lindo y querido.
Un amor de novela
Christian Bach y Humberto Zurita se conocieron haciendo una fotonovela, corría el año 1981. Después actuaron juntos en la telenovela Soledad (1981) e hicieron la obra El cepillo de dientes.
Aunque comenzaron siendo amigos y confidentes, el verse y convivir se convirtió en una necesidad aunque por aquel entonces cada uno tenía a su respectiva pareja. Finalmente se hicieron novios, después vivieron cuatro años en unión libre para después contraer nupcias.
Zurita le pidió matrimonio a Bach y su química quedó sellada en trabajos como De pura sangre (1985) e incendiaron la pantalla chica con escenas audaces en Encadenados (1988).
Tuvieron dos hijos, Sebastián y Emiliano, y vivieron felices hasta el deceso de Christian, un 26 de febrero del 2019, a causa de una insuficiencia respiratoria. Humberto ha sido reservado en torno a esta pérdida y ha recordado a Christian en redes sociales.
“Siempre viva, siempre recordada: Siempre amada”, citó en su cuenta de Instagram.
Amor en el aire
Con 20 cintas en cinco años de carrera, Miguel Torrruco destacó como uno de los galanes de la época de oro del cine mexicano.
Antes de convertirse en histrión, la labor de Miguel era la de piloto, sin embargo, por problemas cardíacos, y por haber conocido al amor de su vida, la actriz María Elena Marqués, en un vuelo de Los Ángeles, el cual literalmente fue un “amor en el aire”, Miguel hizo carrera en el cine y se casó con la actriz de La perla (1945).
La dicha colmó a la pareja con dos hijos, Marisela y Miguel, pero el amor duraría poco. Durante el rodaje de Horas de agonía, que serviría como prefacio de su destino, Miguel se negó a ser doblado en una escena donde debía de cabalgar y un percance hizo que el caballo le cayera encima.
En apariencia todo estaba bien y el actor sólo reposó, pero días después en un viaje en auto al lado de María Elena, el actor tuvo un dolor en el pecho. Acto seguido, el histrión falleció en los brazos de su amada.
Una carrera de fondo
La historia de amor entre Roberto Gómez Bolaños y Florinda Meza es digna de una telenovela. Se conocieron en el trabajo, Roberto quedó prendado de ella pero el también escritor estaba casado con Graciela Fernández, con quien procreó seis hijos y además eran conocidas sus andanzas con diferentes mujeres.
En la otra cara de la moneda, Meza era entonces novia de Carlos Villagrán y, por consejo de Roberto, Villagrán terminó la relación con Meza.
El creador de El chavo del ocho se dedicó a regalar cada día una flor a Florinda y después de cuatro años, finalmente el amor triunfó sobre la razón, con la condición de que él dejase sus andanzas con otras mujeres.
Después de algunos problemas, Roberto consiguió el divorcio y a lo largo de 30 años vivieron un amor de ensueño, el cual hicieron oficial en una boda, un 19 de noviembre del 2004.
Finalmente, y debido a complicaciones por insuficiencia respiratoria, Roberto Gómez Bolaños falleció y dejó a Florinda en una agonía diaria sin poder darle a su amado todo el amor que aún tenía para él.
“Ahora, la nostalgia y la añoranza son la migraña de mis recuerdos, nuestro tiempo juntos fue memorable, porque aun cuando cada día parecía igual que otros no lo era, porque nos encargábamos de que fuera diferente y la sorpresa y el instante mágico se presentaban porque nosotros queríamos que así sucediera”, reveló en un video en su cuenta de Instagram, conmemorando el aniversario luctuoso de Roberto, el 28 de noviembre del 2014.
Amor con corazón salvaje
Gracias a su papel de Juan del Diablo, en lo que fue la tercera versión de Corazón salvaje (1993), Eduardo Palomo se consagró como uno de los galanes por excelencia en la televisión mexicana, eso sin restar mérito a su presencia cinematográfica en filmes como Rojo Amanecer (1989) o La mujer de Benjamín (1991).
Envidiada por muchas, Carina Ricco, cantante y actriz, fue la mujer que él escogió por esposa, casándose un 26 de noviembre de 1994, llevándolos a una vida feliz en pareja con dos hijas.
Sin embargo, el destino les tendría preparada una mala pasada, ya que el 6 de noviembre del 2003, Palomo falleció a los 41 años de edad a causa de un infarto fulminante, todo mientras cenaba con su esposa y unos amigos en un restaurante de la Avenida Melrose, de la ciudad de Los Ángeles.
Han pasado los años, y a pesar de haber salido con Leonardo de Lozanne, en 2011, la intérprete de Hombre mío no ha vuelto a casarse.
“Es bonito estar en pareja, pues es un complemento para los dos y amar, al menos eso me pasó con Eduardo. Disfruté mucho mi vida en pareja con él y por eso no le encuentro sentido a salir por salir con alguien. No tiene ningún sentido, al menos para mí", dijo a Univisión hace unos años.