11 jul. 2025

Actos de corrupción en tiempos de crisis son traición a la patria

Hace pocas semanas con gran celeridad fue aprobado un histórico endeudamiento del Estado, con el fin de enfrentar la crisis por la pandemia. Y, pese a la natural desconfianza en los funcionarios, se apoyó al Ejecutivo. Con los recursos disponibles y con la urgencia que impone la crisis, no tardaron en aparecer los miserables que se aprovechan de la situación. La impunidad para con los corruptos es inaceptable. El presidente debe ser implacable con estos hechos ilícitos, provengan estos del sector público o privado. Cometer actos de corrupción en estos tiempos críticos, en los que tantos paraguayos están perdiendo sus empleos y otros no tienen siquiera para la comida del día, equivale a traicionar a la patria misma.

Ante un sistema sanitario práctica- mente “atado con alambre”, el Gobierno ha apurado en el último mes la adecuación mínima para la atención de los enfermos por el Covid-19.

La pandemia del Covid-19, a nivel local, desnudó a nuestra Salud Pública y nos enfrenta hoy ante las múltiples carencias, pues resulta más que evidente que no estábamos preparados para una epidemia como la que actualmente vivimos.

En medio de los temores y la incertidumbre que provoca la epidemia, y la certeza de que no disponemos de camas ni respiradores y otros materiales sanitarios necesarios y suficientes para la población, han salido a la luz pública presuntos hechos de corrupción.

La corrupción es y ha sido en el Paraguay el gran obstáculo para la construcción de un país con bienestar y justicia social; un país donde sus instituciones, sus gobernantes y sus funcionarios públicos gocen de credibilidad y de la confianza de los ciudadanos.

La corrupción en el Paraguay aparece como normalizada por ir de la mano con la impunidad. Los pasos que ha dado la Justicia son lentos y las denuncias se acumulan.

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Por todo eso, y por el momento tan delicado que vivimos, así como en reconocimiento de los grandes esfuerzos y sacrificios que está haciendo la ciudadanía, exigimos que el Ejecutivo ni cometa ni sea cómplice de actos de corrupción en medio de la epidemia.

Es evidente que los que intentaron cometer hechos ilegales a costa de los recursos del Estado no entienden la gravedad de la situación y solo piensan en sus propios intereses.

Mientras estos miserables buscan aprovecharse y robar los recursos del Estado, hay miles de paraguayos y paraguayas que se están quedando sin empleo; miles de compatriotas que ya se encontraban en una situación de indefensión y hoy ya no tienen qué comer ni pueden alimentar a sus niños.

Demandamos que con los que se aprovechan de la crisis se aplique el mismo rigor que demuestran los fiscales con las personas que incumplen la cuarentena.

Todos los responsables e involucrados en los procesos de licitación para la compra de mascarillas, y otros elementos sanitarios, denunciados recientemente, y que supuestamente fueron sobrefacturadas, deben ser procesados. Y quienes ostenten un cargo público deben ser inmediatamente cesados.

El presidente de la República debe garantizar la absoluta transparencia en el manejo de los recursos asignados para enfrentar la crisis.

Debe mostrarse firme e implacable con quienes pretenden robar en estos tiempos de crisis. De él se espera firmeza ante casos de corrupción, provengan del sector público o privado.

Mario Abdo, sobre todo, debe tener siempre presente que cometer actos de corrupción en estos tiempos críticos equivale a traicionar a la patria misma. La fragilidad de nuestro sistema de salud pública es una realidad dolorosa, que requiere en estos momentos del trabajo de funcionarios honestos y comprometidos.