En un hecho histórico para la Iglesia paraguaya, el cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, emprendió ayer su viaje a Roma para participar de las exequias del papa Francisco y del cónclave que elegirá al próximo pontífice. Se trata de la primera vez que un representante del país integra el Colegio Cardenalicio con derecho a voto en una elección papal.
A Martínez lo acompañará también el cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat (Marruecos), de nacionalidad española, pero naturalizado paraguayo y muy ligado a la tierra guaraní por sus décadas de servicio. Así, por primera vez, dos paraguayos estarán presentes como electores en un secretísimo proceso de elección.
“Pedimos oraciones a ustedes, al pueblo paraguayo que nos sigue, que está muy interesado y sobre todo muy dolido, porque el pueblo paraguayo amó mucho al papa Francisco”, expresó conmovido Martínez horas antes de abordar el vuelo desde el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. ‘‘Es un momento doloroso por la partida imprevista de Francisco, estamos de duelo’’.
Además de la organización logística del viaje, está viviendo este tiempo como una instancia de recogimiento, de preparación espiritual para este momento clave para elegir al nuevo Papa.
‘‘Tenemos la gracia de participar de este cónclave, que por supuesto agradecemos al Santo Padre por elegir un cardenal para el Paraguay. Siempre dije que esto fue un homenaje para el país, porque él ama a Paraguay’’.
Respecto al perfil del nuevo Pontífice que será elegido en el cónclave, opinó que “como el papa Francisco no habrá otro, pero sí dejó legados, enseñanzas, su magisterio... y lo que corresponde es que el próximo Papa se alinee con lo que él ha sembrado. Una Iglesia sinodal, abierta, participativa”.
Sobre el hipotético caso de que sea él electo nuevo Papa, Martínez dijo que siempre tiene la posibilidad de decir que no, pero a lo largo de su misión en la Iglesia siempre fue decir que sí, pero hay muchos cardenales con trayectorias muy amplias.
Al cardenal lo acompaña el padre Aldo Bernal, vicecanciller del Arzobispado, y se prevé que en Roma se hospeden en la Casa Sacerdotal, cercana a la Basílica de San Pedro. Para el cónclave, todos los cardenales electores –135 en total, menores de 80 años– se trasladarán a la residencia de Santa Marta, donde permanecerán aislados hasta la elección del nuevo Pontífice. “Todo lo que pasó, pasó en su tiempo. El Papa resistió hasta el Domingo de Pascua y se fue el lunes de madrugada. Creo que en los planes de Dios estaba que fuera así, y nosotros nos adecuamos a esos planes”, señaló.