El anuncio lo hizo el presbítero Waldemar Sánchez, administrador de la Diócesis de Villarrica, a través de una conferencia de prensa, en la Catedral. La fecha de asunción al cargo todavía no se ha fijado y, mientras tanto, Sánchez continuará siendo administrador diocesano.
El presbítero mencionó que desde que el monseñor Ricardo Valenzuela fue nombrado como obispo de la Diócesis de Caacupé estaban aguardando otra designación en su reemplazo.
Atribuyó el nombramiento del nuevo obispo de Villarrica a Chiquitunga, quien este sábado será declarada beata a través de una ceremonia en el estadio del Club Cerro Porteño.
El monseñor Adalberto Martínez Flores nació en Asunción el 8 de julio de 1951. Tras un largo trabajo en varias parroquias del país y el mundo, fue nombrado obispo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional por Benedicto XVI el 14 de marzo de 2012, cargo que ocupa actualmente, con el grado de general de División, y del que tomó posesión el 6 de mayo de 2012, en la Catedral del Obispado de las FFAA y la Policía Nacional de Paraguay en Asunción.
Asistieron a en la ocasión de aquella designación los demás obispos del Paraguay, el presidente de la República en ese entonces, Fernando Lugo, y altas autoridades de las Fuerzas Armadas y de la Policía.
Es presidente de la organización social San Roque González de Santa Cruz, dedicada a la ayuda a sectores vulnerables de la sociedad, especialmente de los enfermos renales. Actualmente esta ayuda y servicios se gerencian a través del Albergue El Buen Samaritano, que tiene sus instalaciones en el Hospital Nacional de Itauguá.