Además del vehículo de Dirisio, el Congreso tiene otro de Tío Rico

El presidente del Congreso, Basilio Núñez, se desentendió de los vehículos de alta gama en manos del Senado y mandó al frente a su antecesor Silvio Ovelar, quien firmó un convenio con la Senabico para el usufructo de cuatro rodados, incautados en operativos por lavado y narcotráfico.
Además del Chevrolet Silverado, que pertenece a Diego Dirisio, empresario argentino sindicado como el mayor traficante de armas, la Cámara Alta también tiene una camioneta de Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, destinada a la Comisión de Lucha contra el Narcotráfico del Senado.

Bachi se ocupó de defender a capa y espada a su director de Gabinete, Fernando Rolón, quien supuestamente estaría utilizando la Silverado.

Luego de que haya alegado que no tenía idea sobre el vehículo en cuestión, ayer señaló que se puso en campaña para averiguar y que tuvo conocimiento sobre el convenio que se tiene con la Senabico, y que él pretende refrendar.

“Hay otros vehículos, no solamente ese; entonces, para que no estén en desuso, hay vehículos destinados ya a la Comisión de Lucha contra el Contrabando”, refirió, en vez de Narcotráfico.

Se limitó a señalar que desconocía incluso la cantidad de vehículos que tiene el Congreso, ya que hace 30 días que asumió la presidencia y tiene que atender una institución enorme y el presupuesto.

“Ningún vehículo, acá, puede ser utilizado en forma particular”, sostuvo. “Lamentablemente, se instala la desinformación, difamación, calumnia contra mi persona, indirectamente”, reclamó.

“Está a disposición de la División de Transporte y vamos a destinar donde corresponde”, refirió con relación a los rodados en cuestión.

“Permitime tomar un trago de carrulim (mezcla de caña, ruda y limón para espantar la mala suerte)”, fue lo que dijo cuando se le consultó sobre el usufructo particular de la Silverado por parte de Rolón.

Refirió que “gracias a Dios”, por su profesión, tiene la posibilidad de no usar los vehículos de la institución, sino que el suyo pagado a cuotas.

Ironizó al señalar que celebra que el funcionario que lo acompaña sea famoso.

Sostuvo que el Senado tiene la posibilidad de contar con los vehículos incautados porque tiene la obligación de combatir el lavado de dinero, el contrabando, el narcotráfico, y una comisión que tiene esa función.

“Desde que asumí, no utilizo vehículos del Senado y menos vehículos de otras instituciones. Estos vehículos están en la División de Transporte, no fueron utilizados en forma particular”, insistió.

“Envié un convenio de mi periodo para refrendar el acuerdo marco de cooperación de Senadores y Senabico”, indicó, para luego exhibir el firmado entre Beto Ovelar y Teresa Rojas, en noviembre del 2023.

“Mil veces voy a firmar este mismo convenio para que sea utilizado misionalmente y para que el Senado no compre vehículos”, sentenció.

Rechazó la posibilidad de abrir un sumario sobre la utilización del vehículo, que había generado la polémica.

“Voy a ironizar, voy a hablar con Dirisio para que hable con Cabeza Branca para que no haga más préstamos de cierto banco”, alegó, y habló de supuesta persecución.

“Estaba estacionado por disposición de la Secretaría de Transporte. Mi función no es ir a controlar los 30 vehículos; delego funciones. Los vehículos que yo heredé van a ser bien utilizados”, remarcó.

“Cuatro vehículos tiene el Senado, ahora me estoy involucrando”, señaló.

Pidió auxilio. Finalmente, en medio de las consultas, Bachi pasó la posta a la directora de Administración, Analía Brítez.

“Las entidades que pueden mantener ese vehículo, el seguro”, refirió la funcionaria con relación a los que pueden ser beneficiarios con rodados incautados por Senabico.

“Estos tres vehículos vinieron recién. Están en proceso de contrato de seguro, en resguardo en la División de Transporte. Solo un vehículo está siendo utilizado”, dijo.

“El convenio marco tiene validez de un año. Se movió de lugar por cuestiones mecánicas. No se puede utilizar todavía”, argumentó.

Indicó que cuando hacen la solicitud de los vehículos, Senabico supuestamente no informa la procedencia.