30 ene. 2025

Adolescentes drogados asaltan los buses en Ciudad del Este

Adolescentes de entre 14 y 17 años, adictos al consumo de crack o cola de zapatero, crean zozobra en el centro de Ciudad del Este, atacan a los choferes de los ómnibus y les roban la recaudación casi todos los días. También los transeúntes son asaltados en las paradas de las principales avenidas de la capital departamental.

COLECTIVOS CDE

Por Sofía Masi|CDE

A partir de las 17 horas y más aún en los días de frío, cuando se registra poco movimiento, toda persona sin distinción de género ni edad, es una potencial víctima de asalto en las calles del centro de Ciudad del Este.

Adolescentes de entre 14 y 17 años, generalmente bajo los efectos de algún estupefaciente (crack o cola de zapatero), asedian a cuanta persona transite por la avenida Pioneros del Este, en las inmediaciones de la Municipalidad o la avenida Bernardino Caballero, frente al parque Alejo García.

Los chicos duermen todo el día y se despiertan cerca de las 5 de la tarde para saciar su vicio, según Jorge Flecha, educador de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia, quien dijo que son alrededor de 15, los que viven en la calle y se dedican a mendigar o robar exclusivamente para comprar drogas.

Los choferes de los buses y los transeúntes, que generalmente son empleados de casas comerciales del centro o trabajadores de la vía pública, son las principales víctimas de estos jóvenes.

“Uno ya no puede esperar colectivo sin estar con el Jesús en la boca. En cualquier momento vienen y te piden plata o directamente te asaltan, te roban lo primero que ven, joyas, carteras o celulares”, denunció Marlene Cáceres, vendedora de una ropería de Ciudad del Este.

No sólo quienes esperan el transporte público son acechados, sino también los pasajeros dentro de los buses. Estos adolescentes se suben a los ómnibus y piden dinero a todas las personas que se trasladan en el vehículo. En varias ocasiones, incluso asaltan al chofer.

“Tres veces ya vi cómo estos chicos se suben en el colectivo, agarran el dinero de la caja recaudadora del chofer, saltan del ómnibus y corren. La última vez, el conductor dijo que le robaron cerca de 50 mil guaraníes. ¡Es el colmo! Cuando pasó todos los pasajeros nos quedamos sin saber qué hacer”, contó Gilberto Núñez, empleado de una casa de cambios.

INSEGURIDAD. La Policía sostiene que es imposible contener esta problemática debido a que cuando los chicos son aprehendidos, son generalmente liberados por la Fiscalía. Jorge Flecha, educador de calle de la SNNA, asegura que la mayoría de los adolescentes fue detenido más de una vez, y que la mayoría de las veces son golpeados por los policías y luego liberados.

“Debemos reconocer que desde hace un buen tiempo estamos trabajando bien con la Policía, manteniendo una comunicación fluida para abordar este problema. La gente se queja de la inseguridad y sabemos que estos adolescentes infringen la ley, pero la cárcel no es la única solución, sino que también deben ser sometidos a una rehabilitación”, manifestó Flecha.

En Alto Paraná no existe un centro de desintoxicación para adictos a las drogas. Los adolescentes rescatados de las calles y dependientes de estupefacientes son trasladados por funcionarios de la SNNA a una institución en la capital del país. La necesidad de un local que cumpla esa función es imperante. De los 30 chicos y chicas que son refugiados en el centro abierto de la Secretaría de la Niñez, el 95 por ciento es adicto a algún tipo de estupefaciente, según Flecha.

“Es impresionante. En lo que va de este año ya derivamos a 7 chicos a Asunción y están bajo tratamiento. Pero esta es una situación que aumenta cada día, porque ellos son la consecuencia de la pobreza y la desarticulación familiar. Estos adolescentes llegaron a un punto límite en el que ya nada les importa y es muy difícil trabajar con ellos”, indicó.

TESTIMONIOS.

Adelfa Santacruz, propietaria de una ropería, dice “Vivimos con miedo todos los días. Debo llevar a mis vendedoras a otro lugar para esperar colectivo porque acá en frente es imposible. A más de una de mis empleadas le asaltaron y siempre les están pidiendo dinero. Tenemos miedo, entonces las llevo a otro lugar donde puedan esperar el bus más seguras. Tuvimos que contratar un guardia”, manifestó Adelfa, quien es propietaria de una boutique ubicada sobre la avenida Pioneros del Este.

Cornelio Escobar dice: “Varias veces fui asaltado. “A mí ya me robaron dos celulares y una vez me llevaron un arma, que tenía para defenderme. A cualquiera nomás le asaltan en cualquier momento. A partir de las 5 de la tarde es cuando más vienen y a veces atacan entre dos o más. Ya no hay seguridad”, se quejó, él tiene un puesto de venta de golosinas sobre la avenida Pioneros del Este.