Se trata de María Consorcia Gayoso, de 70 años, con grave problema de mal de párkinson, y de su hermana, Felicita Gayoso Vda. de Martínez, de 73, con artrosis. Ambas viven en una casa con otra hermana casada, la que se convierte en su sostén.
Doña Felicita comentó que en enero de este año cobraron por última vez y luego se les cortó el pago sin ninguna explicación. Considera que es una injusticia, ya que ambas necesitan de esa pensión para adquirir sus medicamentos.
“Nosotras usamos ese dinero para compra de medicamentos, mi hermana está en peores condiciones, porque su enfermedad ya le lleva a complicar su estado emocional”, destacó, la septuagenaria.
Indicó que en la Junta Municipal de Concepción le hicieron el proceso para recuperar sus pensiones, pero que lamentablemente hasta ahora no hay respuestas. “Necesitamos que nos devuelvan, mi hermana nos mantiene, pero nuestros medicamentos son caros”, señaló doña Felicita.
La mujer de 70 años no tiene hijos, mientras su hermana tiene una hija sin trabajo y es viuda.
Los vecinos también demostraron su preocupación por ellas y creen que les sacaron porque en el fondo de la casa hay una carpintería que pertenece al cuñado de las mujeres. Esperan que las autoridades retornen el subsidio a las ancianas.