El informe se refiere al asesinato de Francisco Correa Galeano, ocurrido el 2 de enero pasado en la cárcel de La Picota, en Bogotá. El fallecido es sicario y testigo clave en el asesinato del fiscal paraguayo.
Según el material elaborado por Cristopher Newton y Juan Camilo Jaramillo, la colaboración criminal entre Paraguay y Colombia no es nueva. En la década de 2000, las ahora desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) supuestamente entrenaron al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en tácticas de secuestro y uso de explosivos, según informes oficiales.
“Pero los asesinatos de Pecci y Correa Galeano sugieren que la conexión colombiano-paraguaya puede haber evolucionado significativamente. Las redes criminales transnacionales parecen ahora cada vez más capaces de cruzar fronteras con facilidad para eliminar las amenazas a sus operaciones ilícitas. Es más, haciéndose eco de las tácticas de las mafias italianas, que aseguran su dominio silenciando a testigos y jueces, la audacia de estos asesinatos –uno en un hotel privado de una playa caribeña y otro en una prisión de alta seguridad– revela una peligrosa escalada en la capacidad del crimen organizado sudamericano para operar con creciente precisión e impunidad”, apunta al material publicado por InSight Crime.
Según el testimonio de Samuel Zuleta Márquez, confeso asesino de Correa, la muerte del antiguo miembro de Los Paisas fue producto de una riña carcelaria y no tiene relación alguna con la muerte del fiscal paraguayo.
Sin embargo, el alto valor que Correa tenía para el caso de Pecci y el presunto involucramiento de los guardias penitenciarios en su muerte, sugieren otro escenario.
“Habíamos advertido a las autoridades sobre el peligro que corría esta persona y no se tomó ninguna precaución. Por el contrario, de estar en el búnker de la Fiscalía, pasó a una penitenciaría común donde lo asesinaron”, puntualizó a un medio local Francisco Bernate, abogado de la familia del fiscal Pecci en Colombia, tras conocerse el deceso de Correa.
Aunque aún no se ha detenido a nadie en Paraguay por la muerte de Pecci, es probable que los autores intelectuales del crimen provengan de ese país.