El cartismo en su avanzada de crear leyes a medida tiene la vista puesta en el proyecto de ley que hoy cuenta con media sanción y que busca burocratizar la inscripción por parte de votantes en el exterior y, por ende, dificultar su participación.
Los connacionales, preocupados por esta medida que además de inconsulta, los desfavorece, aseguran que el propósito del proyecto que se presenta como una salvaguarda y formalización de la participación desde el extranjero en realidad sería todo lo contrario. Las claves de este proyecto radican en las trabas que se presentan como supuestas “soluciones” a la inscripción de connacionales. Primero, argumentan que los directamente afectados no fueron consultados.
La Coordinadora de la Migración Paraguaya, presidida por Ana Doldán, ya alertó que “esta ley mordaza atenta contra el derecho de los paraguayos en el exterior”. Ya desde la presentación de esta iniciativa que está a cargo del diputado por Capital de Honor Colorado, José Rodríguez Doldán, había detectado una serie de despropósitos de la propuesta empezando porque no fueron consultados.
Para ello no tuvieron en cuenta que a partir de la Dirección de Atención a las Comunidades Paraguayas en el Extranjero (DACPE) se realice un proceso de consulta, que se establece cuando se hacen legislaciones que regula relaciones con la vida migrante.
Otro aspecto es que se crea burocracia y las disposiciones de la iniciativa cartista hace que la inscripción en el extranjero se valide a través del control y coordinación de una oficina “política” de la Justicia Electoral; es decir, de la Dirección del Registro Electoral que está integrada por operadores tanto de la ANR como del PLRA.
Otro dato que no favorece la implementación de esta iniciativa es que excluyen al Ministerio de Relaciones Exteriores como ente articulador de acuerdos con gobiernos, nacionales y subnacionales, para obtener o ubicar la residencia de los paraguayos.
Mesa de votación. Otro aspecto fundamental es el cambio de criterio en cuanto a la instalación de mesas de votación con las cuales podrá volver aún más complicado votar a los ya inscriptos en el exterior. Con la redacción actual, se podían establecer mesas de votación hasta en lugares que tuviesen, al menos, veinte votantes y también utilizar el criterio de la cercanía para establecer mesas de votación. Cabe recordar que el voto de paraguayos en el exterior surgió de una enmienda constitucional y fue incluida en su texto en el año 2011. Por lo tanto, coinciden en el Partido Paraguay Soberano (en formación) que las modificaciones a la ley de inscripción en el RCP deben ser rechazadas porque son sectarias y promovidas por el cartismo. La participación política es un derecho, incluida en todos los tratados internacionales sobre Derechos Humanos que el país tiene suscrito.
En el caso de que el proyecto de ley con media sanción que busca la modificación parcial de la inscripción automática en el Registro Cívico Permanente quede firme serán ciento de miles de compatriotas en el extranjero, quienes tienen los mismos derechos que un paraguayo residente, los que podrían perder el derecho al voto alertan desde la colectividad en el extranjero.
Burocracia. Una oficina política que es la Dirección de Registro Electoral del TSJE será la que determine la inscripción.
Rompe convenio. Elimina convenio para facilitar y promover inscripción a través de alianzas.
Inconsulto. Desde el inicio del estudio excluyó debate y participación.
Ley funciona. Con la ley vigente se inscribió automáticamente a 11.000 connacionales.
Antes no existía, pero una corriente de derechos empujada por la lucha por el voto de paraguayos en el exterior, devino en una enmienda constitucional y fue incluida en su texto en el año 2011. Fue tras más de una década, en la que la inscripción debía realizarse por vías ordinarias, con presencia de funcionarios burócratas. Luego se abrió la posibilidad de que cientos de miles de paraguayos puedan ser electores, tanto para las elecciones presidenciales como en la de senadores, rompiendo un esquema de restricciones, que desconocía a propios connacionales este derecho. Tal es así que con el avance de una propuesta como esta, se va a retroceder derechos consagrados constitucionalmente. Cabe recordar que el derecho al voto en el exterior fue una conquista vía referéndum en el 2011.