Como salido del Universo Marvel, el leopardo negro, también conocido pantera negra, fue visto y fotografiado por el fotógrafo británico Will Burrard-Lucas en una reserva natural de Loisaba, condado de Laikipia, en Kenia, África.
Esta es la primera vez en 100 años que logran capturar la imagen de un leopardo negro.
Este ejemplar tiene ese tono a causa del melanismo (directamente opuesto al albinismo), una mutación genética por la sobreproducción de pigmento que causa el oscurecimiento de la piel y el pelaje. Este fenómeno ocurre en el 11% de los leopardos en todo el mundo, informó CNN.
Poco antes de la publicación de las fotos de Burrard-Lucas, un equipo liderado por Nick Pilfold, científico global del Zoológico de San Diego, publicó un artículo en el African Journal of Ecology confirmando la presencia de un ejemplar negro de leopardo africano en la región de Laikipia, en Kenia.
Pilfold comentó que supo de la existencia del animal en esta zona hace aproximadamente un año, por lo que se instaló allí un sistema de cámaras con visión nocturna.
Los controles a través de las cámaras de vida salvaje y, en pocos meses, ya captaron las primeras imágenes, con lo que este mítico felino tomó forma real.
Este elegante leopardo se pavoneaba frente a la cámara, dejando visible con claridad la subespecie a la que pertenece. Pero se volvió famoso en redes sociales cuando fueron publicadas las fotos de Burrard-Lucas.
El nombre científico es Panthera pardus pardus y la última vez que una especie como esta fue fotografiada en este continente, específicamente en Etiopía, fue en 1909, hace 100 años.
La mayoría de estos leopardos viven en el sudeste de Asia, son extremadamente raros en África, aunque pudieron haber estado viviendo en Kenia desde siempre pero bien ocultos, contó Pilfold.
Las panteras negras están en peligro de extinción, teniendo en cuenta que, en general, la población total es escasa, pero factores como la caza, la pérdida de hábitat, la competencia por presas y conflictos con el ganado y los agricultores redujeron drásticamente su número.
Para reforzar más la grandeza de este avistamiento, el científico confirmó que, casualmente, las observaciones ocurrieron muy cerca de donde, de forma ficticia, se ubica Wakanda.