De acuerdo con lo que recoge el medio Clarín, especialistas en tráfico aéreo revelaron el pasado miércoles 29 de marzo que en una pista desactivada del aeropuerto de Ezeiza, Argentina, los motores del avión iraní, el Boeing 747 de la empresa venezolana Emtrasur que quedó retenido en el vecino país, fueron encendidos por agentes de los Estados Unidos.
Según los informes, un grupo de alguaciles estadounidenses y de la Oficina Federal de Investigación o Buró Federal de Investigaciones, más conocido como FBI, llevaron todos los documentos y pruebas de la aeronave y tomaron su control.
Aparentemente, el avión iraní es encendido y apagado para que se mantenga en condiciones de volar e incluso los norteamericanos ya le cargaron combustible por un valor de hasta USD 100.000.
Coincidentemente, ese mismo 29 de marzo, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el mandatario estadounidense Joe Biden se reunieron en Washington, Estados Unidos.
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La aeronave quedó aún embargada en Ezeiza justamente a pedido del país norteamericano, así como de la Justicia argentina, mientras que Venezuela sigue presionando al Gobierno del vecino país por su devolución. Este país reclama por el avión desde agosto del año pasado.
En ese sentido, los abogados de la empresa Emtrasur en Venezuela están peleando por la restitución del avión, que en Venezuela es considerado motivo de campaña nacional del régimen de Nicolás Maduro.
Mientras tanto, de acuerdo con lo que señala Clarín, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) pretende retener el avión en Buenos Aires y que existe “una idea de que el avión se quede confiscado en el país y el dinero de su eventual venta o subasta sean destinados a las víctimas del atentado terrorista a la AMIA”.
La Justicia de los EEUU ordenó el decomiso del avión iraní a finales de octubre pasado, el cual estuvo por Paraguay por unos días para la adquisición de cigarrillos de la firma Tabacalera del Este SA (Tabesa), entonces propiedad del ex presidente de la República Horacio Cartes, designado significativamente corrupto y sancionado por Estados Unidos.
En noviembre pasado, un informe de Lloyd’s, el mayor mercado de seguros del mundo, emitió una alerta sobre el envío ilícito de oro en el avión iraní, que supuestamente luego son vendidos para generar fondos para actividades terroristas.
Ante todo esto, la aeronave fue retenida en Argentina desde junio y es objeto de investigación por posibles vínculos con el terrorismo internacional.