El hecho se registró en la mañana de este martes en la compañía Cerrito, de la ciudad de Benjamín Aceval, en el Departamento de Presidente Hayes, donde están asentadas ocho comunidades indígenas del pueblo Toba Qom, que son los últimos descendientes de la familia lingüística Guaicurú.
Bernarda Pesoa, lideresa de la comunidad Santa Rosa, mencionó en una comunicación con Última Hora que un grupo de 12 personas, de los cuales seis eran de la Fundación Paraguaya y el resto indígenas de su misma etnia, quisieron cultivar plantines de eucalipto en tierras originarias sin contar con la autorización correspondiente.
La mujer afirmó que reclamó al respeto y se opuso al cultivo de los plantines, momento en el que fue agredida por los hombres. Denunció que la golpearon en el rostro, la agarraron del cabello y le sacaron las zapatillas que llevaba puestas en ese momento.
Posteriormente, los agresores se marcharon del lugar a bordo de dos camionetas. “Fueron los hijos y sobrinos del líder de la comunidad San Francisco, Manuel Domínguez”, detalló. “Ahora cortaron nuestra cañería por orden de ese mismo líder para que no recibamos más agua en nuestra comunidad”, acotó.
La denunciante señaló que no es la primera vez que se da un incidente en torno a esta situación y refirió que se trata de un “negociado de tierras” de otros líderes Toba Qom. Dijo que no se hizo debidamente la consulta previa, libre e informada de modo a obtener la autorización de los indígenas para la plantación.
El pueblo Toba Qom tiene un título de propiedad de 2.117 hectáreas, de las cuales 20 hectáreas quieren ser destinadas a un monocultivo de eucalipto, afirmó Pesoa, quien al mismo tiempo citó que solo tres comunidades -de las ocho- están de acuerdo con el proyecto.
La lideresa indicó que pidió apoyo a la comisaría distrital de Benjamín Aceval, que recién se constituyó cuando ya se retiraron los agresores del lugar, y al fiscal Iván Suárez, quien no atendió a su comunicación.
El gerente de comunicaciones de La Fundación Paraguaya, Bruno Vacotti, expuso por su parte que en el lugar donde se registraron los incidentes no hubo ninguna persona de la institución. “Nosotros tampoco jamás vamos a dar la orden de que se la apedree (a la lideresa), es un problema de la comunidad”, argumentó.
Explicó que ellos están brindando un asesoramiento técnico a las comunidades indígenas Toba Qom para plantar eucaliptos con fines de biomasa en un cañaveral que está sin ningún uso, y que el proyecto es de los líderes. Enfatizó incluso que no son dueños del cultivo.
Vacotti lamentó el conflicto y supuso que, probablemente, se implicó a la Fundación Paraguaya por intervención de terceros en el proyecto, que consideró están haciendo discursos maliciosos con intenciones de frenar el crecimiento y progreso de cientos de familias indígenas de la zona de Cerrito.