En lo que va de 2024, el acumulado alcanzó 2.642.056 toneladas, una reducción de más de 200.000 toneladas frente al mismo periodo del año pasado.
El informe destaca que, con los datos de noviembre, la capacidad de procesamiento se redujo al 60%, marcando el cuarto mes consecutivo de contracción en comparación interanual. La ociosidad, cercana al 40%, refleja el impacto de una falta de políticas públicas que fomenten la competitividad del sector.
“Se espera que el bajo nivel de actividad que se viene registrando se mantenga, ya que la disponibilidad de materia prima es básicamente nula y las fábricas ya esperan la nueva zafra”, advierte.
MEDIDAS. La Cappro reiteró que las industrias locales son las únicas en la región que no recuperan el IVA al exportar productos industrializados. Además, la ausencia de un régimen de admisión temporaria adecuado limita la posibilidad de comprar soja de otros países para cubrir los periodos de baja disponibilidad de materia prima local.
Alertó que la falta de apoyo estratégico desde el sector público pone en riesgo no solo la agroindustria, sino también sectores vinculados como la producción de biodiésel y la cría de ganado menor.
“La falta de normas claras y un tratamiento fiscal justo hace que esta industria dependa más de shocks externos que de un lineamiento estratégico local”, añadió, aunque sostuvo que, con las medidas adecuadas, Paraguay podría consolidarse como un líder mundial en el procesamiento de oleaginosas.