El componente más relevante es lo planteado para restablecer el equilibrio financiero del programa de salud. Para ello, el Poder Ejecutivo propone incrementar el aporte obrero-patronal del 23% al 25,5% de las remuneraciones. Esto se lograría redirigiendo hacia el IPS el aporte adicional del 1%, actualmente asignado al Ministerio de Salud, y el 1,5% destinado al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) para financiar los programas de capacitación laboral del Sinafocal y del SNPP. Además, con la reducción del aporte obrero-patronal destinado a solventar los gastos administrativos del IPS, de 1,5% a 1%, se espera aumentar gradualmente el aporte al fondo de salud del 9% al 12% de las remuneraciones base en un periodo de 5 años.
Este redireccionamiento tiene importantes consecuencias. Por un lado, permitiría reducir sustancialmente, e incluso equilibrar, el déficit financiero de alrededor de USD 140 millones anuales del programa de salud, lo cual es urgente y necesario para que el IPS mantenga la cobertura de salud para más de 900 mil asegurados y sus correspondientes beneficiarios. Sin embargo, esto no implica un incremento en la cantidad ni en la calidad de sus servicios. A mediano plazo, el Ministerio de Salud, como ente rector, debe compatibilizar y complementar sus servicios con el programa de salud del IPS, para mejorar la calidad y reducir los costos totales del sistema, los cuales están creciendo vertiginosamente. Entre 2018 y 2023, el costo combinado del Ministerio de Salud y del programa de salud del IPS pasó del 3.2% del PIB al 4.7% del PIB, pero la calidad de ambos sigue siendo muy baja.
Por otro lado, deja sin recursos a un programa importante para mejorar la productividad de la fuerza laboral, la cual es necesaria para aumentar los ingresos de los trabajadores así como la competitividad del país en los próximos años. Es una disyuntiva de hierro, donde lo urgente se impone sobre lo importante. Sin embargo, resulta difícil defender estos programas de capacitación laboral, ya que su impacto ha sido imperceptible o poco relevante durante sus años de funcionamiento. El proyecto de ley instruye al Ministerio de Economía reponer estos recursos con fondos del Tesoro, pero tendrá que competir con otras demandas del Presupuesto para necesidades igualmente importantes. El MTESS deberá reformular sus objetivos, estrategias, calidad de cursos, etc., con evaluaciones de impacto, para justificar la asignación de recursos.
El otro componente es el cambio en la fórmula de cálculo de la jubilación. Actualmente, se basa en el promedio de los salarios de los últimos 36 meses aportados, lo que incentiva declarar salarios más altos en los últimos años laborales para aumentar la jubilación. El proyecto de ley propone ampliar el cálculo al promedio de los últimos 10 años, actualizando por IPC hasta el mes 36, para compensar la pérdida del poder adquisitivo. Sin embargo, este es un ajuste necesario, pero con impacto limitado en el equilibrio financiero-actuarial del sistema de jubilaciones del IPS, el cual requiere cambios paramétricos significativos para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
De cualquier manera, el Proyecto de Ley constituye un paso positivo para resolver el problema más urgente: Recuperar el equilibrio financiero del programa de salud del IPS y mantener el servicio actual a los asegurados. Sin embargo, más temprano que tarde será necesario abordar los parámetros insostenibles del sistema de jubilaciones del IPS. Por otro lado, el programa de capacitación laboral debe revisarse completamente, para aumentar su impacto en la productividad laboral y justificar la asignación de recursos del Tesoro a este menester, en desmedro de otras necesidades.