Narciso Meza
HOHENAU
El amor es una de nuestras mayores emociones y como tal existen parejas con historias trascendentes e increíbles. En este Día de los Enamorados, vale la pena conocer la historia de amor don Manuel Maciel y doña Carmen Lohri. Conviven en pareja desde hace 63 años y, según ambos, hasta ahora se aman como en los inicios de la relación en 1961.
Al principio parecía una situación imposible, como la de Romeo y Julieta, porque la suegra de Manuel no le aceptaba, una vez incluso tuvo que correr de una visita porque la mamá de su novia lo echó cuando estaban en pleno romance con su amada Carmen.
“Salí corriendo con un zapato un lado porque el otro se me trancó en la silla en la que estaba sentado al lado de Carmen”, recuerda como una primera anécdota.
Manuel era un joven de 22 años de edad que llegó a Bella Vista, Itapúa, en busca de trabajo desde su natal San Pedrito, una zona rural del distrito de General Delgado, en el sur itapuense. El bus que lo trajo paró en el bar de la mamá de Carmen donde ella trabaja como moza.
“Al bajar del colectivo la vi y ahí mismo me enamoré de ella aunque tuvo que pasar un tiempo para conquistarla”, recuerda don Manuel, hoy con 84 años de edad.
“Mi hermano mayor ya estaba trabajando en la zona, entonces vine junto a él como de visita y también a ver si conseguía trabajo. Al final, conseguí enseguida trabajo y también conquisté a la rubia hermosa, pero me costó un poco. Luego cedió y ya llevamos 63 años de enamorados”, recuerda con el aire pícaro de los años mozos.
Doña Carmen, que hoy tiene 87 años, asiente y suscribe todo lo que cuenta su marido. “Primero era difícil porque mi mamá, que era descendiente alemana, no le aceptaba, pero yo sí, desde un primer momento, porque era de buen trato y un churro como se dice por ahora”, dice Carmen. “Es que en aquellos tiempos era inaceptable que una gringa o sea descendiente de alemanes se case con un paraguayo, pero en nuestro caso el amor vale más”, comparte.
“Nosotros, a pesar de las seis décadas juntos, seguimos siendo románticos; incluso en estos tiempos de modernidad en el que en muchas ocasiones las personas parecen haber perdido el romanticismo”, dice doña Carmen.
La pareja trabajó duro en la chacra, en el comercio y en otras actividades para salir adelante y criar a sus seis hijos, productos de la relación. Dos han fallecido, uno de ellos en la pandemia. “Siempre nos esforzamos para darles bienestar y sobre todo educación a nuestros hijos, gracias a Dios todos salieron bien y en la actualidad ya son ellos los que nos asisten y nos protegen en nuestra vejez”, cuenta Carmen.
Juntos atravesaron muchos momentos complicados, pero siempre pusieron cada uno su cuota de amor para sostener la relación. “Al fin y al cabo para poder tener una historia propia de amor, en la pareja siempre ocurren situaciones duras o difíciles pero cuando existe un amor verdadero todo se resuelve y esa es nuestra historia como quizás de muchas otras parejas”, dice don Manuel, sentado al lado de su esposa y tomándola de las manos.
Ambos poseen todos los elementos para entender por qué –con más de 60 años de vínculo– todavía escriben una gran historia de amor. Aparte de recorrer juntos el interior del país o, en ciertas ocasiones, visitaron otros países; cocinan, bailan y se divierten juntos; entre otras pasiones que alimentan el amor que se profesan.
Al final, dejaron un mensaje a las parejas jóvenes de la actualidad. “Los que van a vivir su amor por todo lo alto y que van a superar todos los obstáculos que siempre existen son los que vivirán un amor eterno o a lo largo de sus vidas”, aseveran.
Al fin y al cabo para poder tener una historia propia de amor, en la pareja siempre ocurren situaciones duras o difíciles pero cuando existe un amor verdadero todo se resuelve y esa es nuestra historia como quizás de muchas otras parejas. Manuel Maciel.
Nosotros, a pesar de las seis décadas juntos, seguimos siendo románticos; incluso en estos tiempos de modernidad en el que en muchas ocasiones las personas parecen haber perdido el romanticismo. Carmen Lohri.