De acuerdo con el órgano pagador, el saldo de la deuda pública de la Administración Central fue de USD 16.217,1 millones, lo que representa el 89,7% del compromiso total y el 36,5% del PIB. Por otro lado, la deuda pública con garantía soberana ascendió a USD 1.866,1 millones, equivalentes al 10,3% de la deuda pública total y al 4,2% del PIB.
Al cierre del 2024 se observa que, a diciembre de 2024, el saldo de la deuda externa ascendió a USD 15.722,2 millones, lo que representa el 86,9% de la deuda total y el 35,4% del PIB. En contraste, la deuda interna se situó en USD 2.361 millones, equivalentes al 13,1% de la deuda pública total y al 5,3% del PIB.
La mayor parte de la deuda pública, un 87,0%, está denominada en dólares estadounidenses. Esto se debe a que, desde el 2013, se han realizado emisiones soberanas en los mercados internacionales en dicha moneda, señala el documento.
Asimismo, a diciembre de 2024, los bonos soberanos alcanzan un total de USD 7.103,7 millones, lo cual representa aproximadamente el 44,0% de la deuda pública de la Administración Central. Por otro lado, gracias a las emisiones de títulos efectuadas en el mercado doméstico, aproximadamente un 12,3% de la deuda pública se encuentra denominada en moneda local.
En lo que respecta a los principales acreedores, los tenedores de bonos soberanos representan el 44% de la deuda pública, seguidos por los organismos multilaterales, quienes poseen el 43%.
REDUCCIÓN DE LA DEUDA. El viceministro de Economía, Javier Charotti, había señalado anteriormente que el nivel de endeudamiento está determinado por el déficit fiscal. En ese sentido, el plan de convergencia garantiza la reducción de la deuda pública en el mediano plazo.
No obstante, en el corto plazo, se espera que la deuda/PIB siga en un nivel cercano al 40%.
“La dinámica del resultado fiscal determina la evolución de la deuda pública; es decir, la deuda responde a la necesidad de financiamiento del déficit”, indicó.
“Sin reformas, deuda es riesgo”
El incremento del nivel de la deuda pública sigue la tendencia de los últimos años, con un sostenido aumento aproximadamente desde 2012, año en que apenas se tenía un marco de USD 2.500 millones, pero en 13 años se elevó abismalmente, según el economista Luis Rojas.
“El ciclo de endeudamiento importante y muy acelerado comienza durante los gobiernos de Cartes, Mario Abdo y sigue en el de Peña. Es preocupante, porque no se hacen otras reformas necesarias para generar recursos hacia el Estado, que no sea recurrir a préstamos y bonos”, según el analista.
Una reforma tributaria, la reducción de la evasión fiscal y del nivel de corrupción, la corrección del malgasto público y una mayor atención a los sectores sociales son factores que contempla el economista, a la hora de contar con opciones para mejorar las condiciones.
“El solo endeudamiento como herramienta representa una carga fiscal creciente para el presupuesto del Estado. Cada año se suman USD 1.200 millones aproximadamente en el servicio de la deuda. Acompañado a eso, cada vez más las autoridades recortan recursos para otros sectores para garantizar los pagos”, sostuvo igualmente.
A su criterio, apelar al endeudamiento es una salida rápida y fácil para el Gobierno, ya que no tiene costo político; pero el problema está en el peso incrementado que reduce el margen de maniobra fiscal para sectores como educación, salud, seguridad, obras públicas, ciencia y tecnología.
Aclaró que el Estado necesita más recursos, pero que echar mano solo a la deuda es un error sin las reformas necesarias.