Algunos ribereños de la zona de Mayor Otaño señalaron que desde el año 1984 no se registraba una bajante tan marcada del río. Los pescadores deportivos de los diferentes clubes de la ribera del Paraná expresaron su preocupación a través de las redes sociales y calificaron el hecho como catastrófico.
En lo que respecta netamente a la zona de Encarnación, el aspecto del Paraná no es aún tan crítico, pero se nota una bajante de un metro del espejo de agua.
EL RÍO EN EL ESTE. Una escena pocas veces vista es la que presenta el Paraná en la región de la Triple Frontera. La fuente se encuentra muy por debajo de su caudal normal, mostrando restos de embarcaciones, automóviles, motos de agua, entre otros objetos.
Los vecinos de la zona del atracadero, límite entre Presidente Franco y Ciudad del Este, señalaron que no tienen memoria de haber visto el río en estas condiciones en los últimos 20 años.
SITUACIÓN. Desde la Itaipú Binacional se informó que su embalse (lago Itaipú) se encuentra en tendencia de recuperación.
En consecuencia, como las descargas son directamente proporcionales a la producción, se mantiene la previsión de descargas mínimas hasta fin de mes. El caudal afluente al embalse se redujo un 63% en promedio histórico, en tanto la contribución de las cuencas que alimentan el Lago de Itaipú bajaron 44%. A este panorama se suma la sequía.
De acuerdo con los datos proporcionados por la Dirección Técnica de la Binacional, hasta el 12 de abril, la producción fue en torno a un 36% inferior al registrado para el mismo periodo entre 1999 y 2019. El bajo consumo de energía está motivado por las acciones de mitigación de la propagación del coronavirus (Covid-19).