Tamara Köcher, de 19 años, de nacionalidad alemana, estuvo en Paraguay todo un año haciendo un voluntariado con los músicos de Sonidos de la Tierra. La extranjera contó que se enamoró de nuestro país y que le encanta el tereré.
Pisó por primera vez tierra guaraní en agosto del 2017 y estuvo hasta octubre del año pasado. “Fueron los mejores 15 meses de mi vida”, manifestó en conversación con Última Hora.
La joven contó que estuvo como voluntaria enseñando música a los niños de Sonidos de la Tierra, del maestro Luis Szarán. Además enseñó a niños de otras comunidades y ayudó en otros proyectos sobre el medio ambiente.
Ella vive en el municipio de Hupperath, en Alemania, en donde actualmente se registra una temperatura de -10 ºC. Pese al intenso frío, decidió tomar un refrescante tereré, en el cual colocó nieve. Este momento fue grabado a través de un video.
Al consultarle qué aprendió de Paraguay dijo, entre risas, que fue “cómo tomar tereré y tocar el arpa”.
Contó que la primera vez que probó tereré fue en Alemania, ya que una ex voluntaria paraguaya le invitó.
“Yo de verdad pensé: ‘Qué asco, y eso tengo que tomar un año’, pero estando allá, en menos de dos semanas ya empecé de amar esta bebida. Para mí es más que solo tomar algo refrescante. Es compartir, siempre cuando tomé tereré tuvimos conversaciones buenísimas. La gente me contaba sus vidas, de sus familias y tengo más de un termo”, relató.
Tamara manifestó que, cuando llegó a nuestro país, no hablaba español y en las rondas de tereré aprendió el idioma. Aseguró que en su país se refresca con el tradicional tereré paraguayo.
Valora la solidaridad paraguaya
La calidad de los paraguayos y la solidaridad es lo que más valora de nuestro país, ya que visitó varios lugares y siempre era recibida con los brazos abiertos.
“Yo he visitado la mitad del Paraguay y siempre cuando llegué a un lugar me saludaron con los brazos abiertos. Me dieron un lugarcito para dormir. Esos son los encuentros que uno nunca va a olvidar. En ningún país latino he recibido hasta ahora tanta calidad de la gente”, afirmó.
Además del tereré, le encanta la chipa y la sopa paraguaya, como así también el asado. Reconoció que intentó preparar la sopa en su país, pero que hasta ahora no le salió bien.
“En Paraguay te sientes tan bienvenida que yo sí puedo decir que me siento como que tengo un segundo hogar con una segunda familia”, relató.
La joven proviene de una familia de artistas, sus padres son actores de teatro. Ella también es actriz y ejecuta más de 28 instrumentos musicales. Tanto amó la cultura paraguaya que al dejar el país llevó consigo un arpa paraguaya.