Casi a diario en los últimos días y semanas, el equipo de seguridad nuclear del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en la planta ha estado informando de acontecimientos de este tipo a la sede en Viena, precisa la agencia en un comunicado colgado anoche en su página web.
Se trata de actividades militares en las inmediaciones de la instalación situada en la línea del frente del actual conflicto en el país, advirtió el director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi.
Al parecer, algunas explosiones se producen a cierta distancia de la mayor central nuclear de Europa, mientras que otras parecen estar mucho más cerca de la propia instalación.
El miércoles se oyeron ocho fuertes detonaciones en torno a las diez de la mañana, hora local, que hicieron vibrar las ventanas de las oficinas de la central, y el jueves se escucharon más, agrega la nota oficial del OIEA.
Lea más: Alemania asumirá el coste del envío de sus Leopard, al margen de Varsovia
Según Grossi, los indicios de actividades de combate cerca de la planta subrayan aún más la importancia vital de acordar y poner en marcha lo antes posible una zona de protección de la seguridad nuclear alrededor de Zaporiyia.
Una zona de este tipo ayudaría a blindar la central asegurándose de que no sea un objetivo militar y de que no se utiliza para ataques desde el mismo lugar, afirmó.
Los seis reactores de la planta siguen apagados, y dos continúan en modo de parada en caliente para suministrar vapor y calor a la central y a la cercana ciudad de Enerhodar.
La central también sigue recibiendo la electricidad externa que necesita para las funciones esenciales de seguridad, explicó el OIEA, que tiene un equipo de observadores en la central, situada al sureste de Ucrania.