El consumo de drogas y el microtráfico en el entorno escolar crecieron con la llegada de la pandemia y el encierro ante el Covid-19. Incluso, el consumo de sustancias lícitas como el tabaco, el cigarrillo electrónico y el alcohol también incrementaron, advierten los directores de instituciones educativas de gestión pública.
Una investigación en curso dirigida por expertos locales alerta sobre la creciente exclusión educativa de jóvenes por el consumo e incluso el microtráfico de drogas ilícitas.
El MEC registra 10 casos de denuncias por consumo y microtráfico en escuelas y colegios públicos, privados y privados subvencionados solo en la Dirección General de Protección de la Niñez. El Ministerio Nacional de Niñez y Adolescencia (Minna) también cuenta con casos o denuncias, de acuerdo con la directora de Protección de Niñez del MEC, Sonia Escauriza.
“Cada semana recibimos denuncias de directores sobre cómo afectan las drogas en las instituciones. Este fenómeno aumentó tras la pandemia”, indica Miguel Marecos, titular del Sindicato Nacional de Directores (Sinadi).
Acciones. El gremio reclama al MEC mayores iniciativas para tratar sobre las adicciones de los escolares. “Lo que nosotros no vemos es una articulación entre la cartera y otras instituciones como la Senad o el Ministerio de Salud”, asegura Miguel Marecos. Sobre las charlas, explica que como académicos es lo que pueden hacer, aunque saben que no alcanza. “Por lo menos nos acercamos a la comunidad y comentamos a los profesores sobre los protocolos vigentes”.
Sobre las estadísticas, Marecos asegura que siempre hay un subregistro de casos.
Una mayor inversión en el sector para dar capacitaciones a los educadores y a las familias, abriendo las instituciones educativas es otra de las exigencias de los directores.
El Sinadi exige a Hacienda la reposición de G. 105.000 millones extraídos de este rubro al MEC en los dos años de la pandemia.
Por su parte, la viceministra de Educación Básica, Alcira Sosa, cuenta que para tratar sobre el flagelo el Ministerio tiene un convenio con la Senad.
La directora de Protección de la Niñez del MEC, Sonia Escauriza, cuenta que hacen charlas en instituciones educativas y supervisiones.
“Las charlas no son suficientes en estos casos, pero sirven para comentar a docentes y directores sobre cómo actuar cuando detectan un caso”, asegura.
Lo que más suele suceder es que los docentes encuentran las sustancias en las mochilas de los jóvenes, de acuerdo con los registros del Ministerio.
La funcionaria también pide no criminalizar a los chicos y chicas, debido a que esto alienta a la discriminación y luego a la exclusión educativa. “Los chicos son después rechazados”, lamenta.
Los chicos después son rechazados en las instituciones educativas. Criminalizar no es la solución. Sonia Escauriza, directora de Niñez del MEC.