El doctor Saúl Zaputovich, director del Cenquer, fue enfático al decir que la pólvora inocente no existe. Desde un simple ajito puede provocar lesiones graves e incluso llegar a la muerte.
Contó que en año anteriores los casos más graves en niños eran causados por el fosforito.
“Lo que debemos repetir año tras año es que el mejor tratamiento es la prevención”, enfatizó.
El adulto que se expone a la pirotecnia y los explosivos de estas fechas es consciente de los peligros que acarrea.
Sin embargo, los niños no tienen noción del daño que puede causarles al manipular esos explosivos.
“Yo creo que como padres nadie le pondría en las manos de su hijo una granada de guerra. Esto es lo más parecido que hay”, dijo Zaputovich.
El responsable del Cenquer observó que se ve una disminución en el número de heridos por bombas.
Ello es posible a través de las campañas de concienciación en los medios de comunicación, resaltó.
“La idea es llegar a cero personas heridas. Es difícil, es casi imposible, pero yo sé que con la ayuda de todos podemos lograrlo”, expresó.
Dependiendo de la potencia del explosivo, las lesiones pueden afectar a la cara, cabeza, brazos y también al oído, detalló el doctor Jesús Martín, cirujano en manos.
Durante la presentación de la campaña mostró fotos de niños que con lesiones a causa de esos artefactos.
La campaña En estas fiestas cero quemados por fuegos pirotécnicos es impulsada de manera conjunta con el Hospital de Trauma, sumándose el servicio de Cirugías Plásticas y Quemados del Instituto de Previsión Social (IPS) y la unidad de Cirugías Plásticas del Hospital de Clínicas.
También se adhieren la Sociedad Paraguaya de Quemaduras, la Sociedad Paraguaya de Cirugía Plástica y otras sociedades científicas.
La iniciativa busca prevenir los peligros del uso de pirotecnia, especialmente entre los más pequeños del hogar. De esa manera se evitan situaciones que lamentar.