“No existe ninguna evidencia comprobada que el hacer ejercicios con abrigos ayude a quemar calorías rápidamente. Al contrario, si una persona padece de hipertensión o diabetes, al sudar más pierde más rápido sales minerales y eso es igual a deshidratarse. Además, está el riesgo de no regular el calor corporal y estos factores pueden desencadenar una complicación”, explicó.
Para la hora de sudar y mover el cuerpo, se recomienda a las personas vestir ropa holgada y cómoda, y calzados deportivos adecuados.
PRECAUCIONES. Los profesionales del Departamento de Kinesiología y Fisioterapia del Hospital de Clínicas recomiendan precaución a la hora de hacer actividades físicas, especialmente, las personas sedentarias que quieren desarrollar intensas actividades físicas o aquellas que tienen alguna patología de base como hipertensión, diabetes o problemas cardiovasculares.
“Lo ideal es que la persona sedentaria realice una actividad física de manera progresiva, tanto en frecuencia, como en modalidad e intensidad, esto es, por ejemplo, si comienza con una caminata, hacerlo extensivo de diez en diez minutos por día”, recomendó la licenciada Pérez.
Otra recomendación es estar atentos a algún signo de alarma. Si una persona siente mareos, dolor torácico, a nivel de las pantorrillas, un aumento en la frecuencia respiratoria o cardiaca durante el ejercicio debe suspender la actividad, descansar y acudir al médico si tiene algunos de los factores de riesgo indicados para desarrollar actividad física.
Teniendo en cuenta que no hay límites de edad para realizar ejercicios, en el caso de los abuelos se insta a que las actividades físicas se hagan solo si están indicadas por un profesional. Antes de realizar algún ejercicio, especialmente las personas sedentarias o con alguna enfermedad de base, se recomienda que se hagan un chequeo médico.