Desde hace 12 años Paraguay no cuenta con casos de fiebre amarilla. No obstante, el riesgo de importación del virus a través de viajeros y por epizootias sigue latente debido a casos reportados en Brasil.
La epizootia hace referencia a una enfermedad o padecimiento de tipo contagioso que afecta o padece varias especies de animales al mismo tiempo y lugar de manera simultáneo y que se puede propagar con mayor rapidez, causado de una manera transitoria y general y equivale a la epidemia del hombre.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social viene realizando la vigilancia de epizootias en primates no humanos (monos) con sospecha de fiebre amarilla en todo el territorio nacional.
El énfasis se da principalmente en los Parques Nacionales, Reservas Biológicas y Zoológicos, que cuentan con poblaciones de monos.
Para esto, se cuenta con el apoyo técnico y logístico de varias instituciones como el Senacsa, Itaipú Binacional, Asociaciones científicas, entre otros.
Procedimiento.
Ante la notificación de una epizootia con sospecha de fiebre amarilla (hallazgo de monos enfermos o muertos), se realiza inmediatamente la notificación a la oficina local del Senacsa o la Región Sanitaria correspondiente para la investigación epidemiológica y la recolección de muestras necesarias para la confirmación por laboratorio.
La cartera sanitaria recomienda que toda persona que visite una reserva natural o un área silvestre que incluya la presencia de monos, esté vacunada contra la fiebre amarilla como medida de protección. Los primates son infectados por el mosquito.