La intención de algunos países es emitir un pasaporte sanitario o pasaporte Covid-19 que certifique que la persona portadora ya ha sido vacunada. Israel ya se encuentra utilizando un pasaporte verde que les permite acceder a estadios, teatros o piscinas solo a quienes hayan sido inoculados.
También Corea del Sur, según anunció este jueves el primer ministro Chung Sye-kyun, lanzará un sistema de certificado de vacunación de aplicación para teléfonos.
Esta app es para impulsar la economía al facilitar la actividad diaria de los vacunados aunque Chung reconoció que espera “que tal vez pueda usarse para viajes de negocios al extranjero o para viajes”.
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Sin embargo, señaló que el uso internacional de dicho sistema, incluidas las burbujas de viaje, aún se encuentra en una fase inicial de investigación.
Dinamarca es otro de los países que también quiere implementar un “pasaporte Covid”, debido a la necesidad de reabrir parte de su economía congelada por la pandemia y así como la apertura de sus fronteras a viajeros extranjeros que ya hayan sido inoculados.
Existen al menos cuatro soluciones listas para usar, una de ellas basada en servidores en la nube remotos, donde la información se almacena a granel. El otro usa blockchain, un sistema más complicado que podría ser mejor para proteger la privacidad.
No obstante, dado que los datos médicos personales son tan sensibles, es una decisión complicada para muchas naciones europeas cubiertas por estrictas leyes de privacidad de la Unión Europea.
Países más golpeados por pandemia no podrán viajar
La implementación de estos pasaportes no es muy aceptada, además, por la eficacia e inmunidad de las vacunas de emergencia, informó CNN.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya se había pronunciado sobre los pasaportes de inmunidad natural (que se obtiene tras contagiarse) y los desaconsejó argumentando los casos de segunda infección.
“Todavía no estamos seguros de cuánto dura la inmunidad y si las personas que han sido vacunadas aún pueden transmitir la infección”, comentó el director de la OMS en Europa, Hans Kluge.
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Recientemente, Pfizer anunció que su vacuna, que produce en conjunto con BioNTech, ofrece protección de por lo menos seis meses.
Asimismo, Kluge advirtió que esos certificados pueden hacer que la gente ignore los consejos de salud pública, por lo que pueden aumentar los riesgos de transmisión continua.
En contrapartida, la OMS señaló estar trabajando en un “certificado digital inteligente”, que según el director de la OMS en Europa es diferente a un pasaporte de vacuna.
“Pero esto es algo diferente a un pasaporte. En esta etapa, no recomendamos que vacunarse sea lo que determine si puede viajar internacionalmente o no. No debería ser un requisito”, aseguró.
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Por su parte, la investigadora principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, Jennifer Nuzzo, expresó que la propuesta podría golpear más a países de bajos ingresos.
“Es una propuesta éticamente riesgosa dadas las profundas disparidades en las que los países tienen acceso a las vacunas Covid. Exigir un pasaporte de vacunas sería imponer una sanción a los países que no han podido obtener las vacunas”, lamentó.
Afirmó que este tipo de medidas afectaría a los países de bajos ingresos, ya que los países de altos ingresos son los que tienen mayor acceso a las vacunas.