Este cacique del sur del país tiene una larga trayectoria política, pasando por distintos liderazgos en Ñeembucú, el Congreso y la titularidad de la Asociación Nacional Republicana. Es precisamente esta fortaleza la debilidad de Peña, que no tiene ni territorio ni base partidaria, y por la que la labor de Alliana se volvió clave.
En el Legislativo también negocia los términos del presupuesto general.
El control de las bases del Partido Colorado descansa en el vicepresidente, que debe gestionar todas las tensiones que puedan ser un riesgo para el Gobierno de Peña.
Alliana es un incondicional de Horacio Cartes y esta relación es la base para que su figura, como se dijo desde el inicio de este Gobierno, sea proyectada como una posible candidatura a la presidencia dentro de cinco años.
Los rumores más mal intencionados dieron pie incluso a señalar que las traiciones podrían posicionarlo en el cargo incluso antes de tiempo, pero esto fue negado por Alliana. “Santiago Peña tiene la garantía y la seguridad de que yo voy a ser un aliado y el que va a trabajar más fuertemente para que él no solamente termine su periodo, sino para que lo haga como el mejor presidente de la era democrática”, aseveró el segundo del Ejecutivo.
Alliana consideró que son solo intrigas y conspiraciones que no les afectan.
“Siempre hay conspiraciones y la gente quiere especular. Escuchamos lo mismo en el ambiente político por llamarlo así, pero a nosotros no nos preocupa en absoluto porque estamos seguros de que vamos a trabajar juntos los cinco años y son solo rumores”, comentó.
Para el cartismo la elección no será fácil, ya que más de uno disputa este cargo, aunque un plan todavía es prematuro.
Las intenciones de ser presidente también existen en otros referentes de gran peso, como el caso del senador Silvio Ovelar y el ministro de la Vivienda, Juan Carlos Baruja.
Poder. La fortaleza de Alliana le da el control del Departamento de Ñeembucú, además de tener en su poder la entidad Yacyretá, feudo por el que compitieron otros caciques, como Walter Harms, por Itapúa, pero que quedó en manos del vice, quien designó a Luis Benítez como director. Este renunció a su banca de diputado para asumir el cargo y en su lugar ingresó Fabiana Souto, esposa de Alliana.