También dio destaque al trabajo para el fortalecimiento de la democracia en Haití y de todo el hemisferio, de las acciones para la paridad y equidad en derecho de las mujeres y contra la violencia que sufre este sector de la población.
Recordó la experiencia que se vive en Nicaragua, la lucha por la libertad de los presos políticos y por el respeto a los derechos humanos, las religiones, entre otros.
Entre lo más destacado de su discurso, Almagro manifestó que valora positivamente el haber promovido la agenda de “reformular las estructuras financieras internacionales que han afectado tan duramente a nuestros países, a veces con sanciones injustas, a veces con poco dinero y mal tiempo, a veces solo descalificándonos para la cooperación simplemente por ser países de renta media”.
Finalmente, hizo alusión a la agenda de paz que asumió la OEA, tanto en Ucrania como en el Medio Oriente.
Almagro participó de su última asamblea, ya que deja el cargo en marzo.