La Gobernación realizó un convenio con la SEN para trabajar conjuntamente en la asistencia a los habitantes del Alto Chaco, tanto el jefe departamental Arturo Méndez y el ministerio Arsenio Zárate realizaron este acuerdo para paliar la falta de agua que empezó afectando, y de forma aguda, al Bajo Chaco.
Unos de los primeros trabajos que ya se concretó es la adaptación de dos camiones volquetes que el gobierno local había recibido de la Itaipú Binacional para reforzar el equipo vial de la zona. Sin embargo, Méndez dispuso que esas unidades de transportes sean adaptados con tanques cisternas con el fin de transportar agua.
En efecto, la gobernación no posee suficientes camiones para llevar agua a las comunidades más lejanas y para los productores de diversos lugares del departamento. Son varias las comunidades que claman por agua en esta temporada de sequía, tanto poblaciones indígenas como no indígenas; ya que ante la ausencia de lluvias se agudiza la carencia de líquido para beber, así como para la ganadería, principal rubro de producción en la zona.
En los últimos días las comunidades indígenas del Bajo Chaco reclamaron asistencia; incluso cerraron la escuela por falta de líquido vital.
A raíz de esto, el clamor llegó hasta las altas esferas y el pasado miércoles partió un convoy de 31 camiones cisternas rumbo al Bajo Chaco. Desde la SEN indicaron que esperan llegar a más de 65 comunidades indígenas que sufren los efectos de la sequía cada año.
Se trata del segundo envío de agua potable, desde el Gobierno Nacional, consistente en 410.000 litros; los cuales se distribuirán en aljibes y tajamares de la Región Occidental. El Estado paraguayo arrastra la cuenta pendiente de establecer una política pública para dar una solución definitiva a la falta de agua, cuya lucha es de larga data.