A propósito de la polca 6 de enero, que hace alusión a la fecha en la que los niños de todo el país esperan recibir en sus zapatitos un regalito de los Reyes Magos, Mario Rubén Álvarez opina acerca de la vigencia de su contenido.
En torno al poema que inspiró la música popularizada por el Dúo Quintana Escalante el periodista y escritor opina “es un grito contra la injusticia que golpea a los niños. Son los que no tienen su regalito sí, pero tampoco su hospital, su medicamento, su desayuno, su escuela, su parque, su ropa nueva.”
El investigador y autor de Las Voces de la Memoria Tomo II, Historias de canciones populares paraguayas, material que incluye en sus páginas la historia de esta canción, añade: “No es una polca injusta. Lo injusto era la realidad social que pintaba. Así fue ayer, así sigue siendo hoy.”
“Una obra sirve por la universalidad de lo que nombra. Esta es una de ellas. Sirve y pervive por la universalidad,” considera.
Letra de 6 de enero
Era hermosa la mañana, era el día de Los Reyes, las risas infantiles mundopýre iñasáĩ
cada cual con el obsequio que el mago les hiciera por ser bueno y obediente, vy’águi osapukái.
Mas un niño que era pobre, también bueno y obediente al no serle obsequiado isymíme oporandu:
Por qué mamá querida los reyes del Oriente
no me hizo un regalito, ha entérope ogueru.
Yo mamita soy más bueno que Antonio y Andresito y de muchos amiguitos añembo’ekuaaiteve; qué malos son los reyes no me trajo ni un autito comprámena mamíta, aipotánteko chave.
Así se queja el pobre sin cariño y sin halago
que su padre fue un tirano ni ndohecháiva chupe y esa terrible orfandad no tiene sus Reyes Magos que le haga un regalito el 6 de enero jave.
La historia detrás de la canción
Mario Rubén Álvarez relata en su libro lo que hubo detrás de la letra de la obra del poeta y sastre Clementino Ocampos (nacido, el 14 de noviembre de 1913 en San Lorenzo del Campo Grande), en Asunción.
Un 5 de enero, él “esperaba ansioso entregar un traje a la medida. Más que entregar, lo que quería era cobrar a su cliente para que su hija Ramona Belarmina, de 3 años, tuviera un regalo de Reyes.”
“La noche llegó antes de lo acostumbrado. El cliente, sin embargo, no apareció. La decepción se apoderó del que tenía puestas sus ilusiones en aquel hombre que no cumplió su palabra. La suerte estaba echada: su primogénita no tendría el regalito que aguardaba con tanta ansiedad.”
El relato del libro Las Voces de la Memoria continúa: “al día siguiente, en la casa del poeta, la niña amaneció sin su obsequio. Pudo tal vez haber puesto sus zapatitos en la ventana, lo mismo que el agua y el pasto para los camellos, como un gesto de cortesía para los visitantes venidos de tan lejanas y misteriosas latitudes. Lo cierto es que con la mañana a la criatura le crecía solamente una inmensa tristeza.”
"-Qué malos son Los reyes: a mí no me trajeron nada- le comentó Ramonita a su papá.
Impresionado por el episodio, Clementino tomó la anécdota y escribió 6 DE ENERO. Dominador de su arte, buscó las figuras necesarias para convertir lo particular -su caso-, en universal -algo que cualquiera le puede suceder, en cualquier parte del mundo-, y escribir una poesía que sobreviviera en el tiempo.”
En el año 1947, Martín Escalante, que por entonces todavía no cantaba con Carlos Quintana (era el dúo Pérez-Escalante), le puso música al poema.
“Poco tiempo después la obra estaba completa. Y los versos musicalizados recorrían los caminos para impresionar a los insensibles y conmover a los sensibles.” cuenta parte del relato del libro de Mario Rubén Álvarez.