Inscripciones rupestres de gran valor arqueológico, sitios históricos, lagos y lagunas, además de una diversidad paisajística a los pies de los cerros y colinas que forman el sistema de serranías más grandes del país, son algunos de los atractivos que Amambay ofrece a los viajeros interesados en mirar el turismo desde otra perspectiva, desde la Terraza del País.
La actividad comercial creciente en la capital departamental, Pedro Juan Caballero, y el ingreso de miles de excursionistas provenientes de la ciudad vecina Ponta Porã (Brasil) empujaron a la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) a promover el turismo regional e invitar a los visitantes a pasar más tiempo dentro del país.
En Turismo Róga, el centro de atención a turistas que fue inaugurado sobre la línea internacional que une a Paraguay y Brasil, es el punto donde el visitante podrá encontrar toda la información que requiera para seguir un circuito de aventuras deportivas e históricas, conocerá escenarios en donde se libraron batallas épicas durante la Guerra Grande.
Aníbal Sacha Cardona, jefe del Departamento de Cultura de la Municipalidad de Pedro Juan Caballero, destaca que el Parque Nacional Cerro Corá, aparte de la naturaleza que lo caracteriza, el Aquidabán y la fauna, guarda el recuerdo de la última batalla de la Guerra contra la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay), el lugar donde cayó el mariscal López, el último cuartel y las tiendas de campaña.
Este hecho histórico cambió la geopolítica de la región. “Ya cuando se trazaban los límites de frontera seca (1872-1874), que divide a Ponta Porã (Brasil) y Pedro Juan Caballero (Paraguay), ya decía el capitán Domingo Antonio Ortiz que sobre la línea las dos poblaciones quedarían hermanadas”, indicó Sacha.
Así la capital departamental se ha convertido en un punto multicultural donde el guaraní, el castellano y portugués aportan dinamismo al comercio.
Naturaleza. A 15 kilómetros de la capital de Amambay y a 10 de la ruta 5 Gral. Bernardino Caballero, se encuentra el complejo Chakurru Ecoturismo, que ofrece un circuito de arboturismo y un lugar de descanso en medio de una exuberante vegetación.
Hay seis puentes colgantes, una tirolesa de 15 metros, rapel, camping para 100 personas, alojamiento, caída de agua de más de 30 metros. “Las caídas de agua son maravillosas. Tenemos todo lo necesario para ofrecerle al turista. No se puede dejar Pedro Juan Caballero sin antes conocer Chakurru”, indicó David González, propietario de del complejo turístico.
Las antiguas inscripciones en piedra se encuentran en los cerros Akua, Lorito y en el Guazú, en donde arqueólogos españoles del Museo de Altamira realizaron estudios a pedido de los pãi tavytera. Estos determinaron que los petroglifos (diseños grabados en rocas) datan del 5.000 a. C. Hace poco fue descubierto el cenote bautizado como Kururu Kua y el lago Ojo de Mar, ambos todavía no son explotados para el turismo.
Tanto las autoridades locales como las de Senatur buscan potenciar las riquezas que ofrece este departamento no solo al país, sino también al mundo.