16 sept. 2024

¿Amar es nunca tener que pedir perdón?

29382806

En la novela Love Story, Erich Segal escribió muchos años atrás “Amar es nunca tener que pedir perdón”. Esto implicaría que una persona que ama tiene tanto cuidado en sus actos y palabras que NUNCA hace nada para ofender ni dañar al ser amado. Pensar en una relación sin ofensas, es utópico, ya que ser humano, entre otros aspectos, es ser falible, es ofender al otro, a veces sin querer y otras intencionalmente. Esta realidad crea la necesidad de pedir y dar perdón en reiteradas ocasiones en todo ámbito de las relaciones interpersonales, pero fundamentalmente en la pareja.

Muchos no perdonan porque lo equiparan con debilidad, pensando que al hacerlo se avala el comportamiento ofensivo. Antes de continuar, es importante destacar que este tema está dirigido a parejas que no experimentan violencia intrafamiliar.

Crisis

Toda pareja atraviesa por diversas crisis a lo largo de su historia. Estas pueden ser normativas (adaptación a la familia política, al nacimiento de los hijos, ingreso al mundo escolar de los mismos, adolescencia, nido vacío, etc.). Existen también crisis de tipo no normativas como la cesantía, migración, muerte de un hijo, infidelidad, diagnóstico de una enfermedad grave, etc. Cada una de estas situaciones mencionadas u otras puede desencadenar una gran variedad de conflictos. La superación adecuada, de estos es fundamental para el futuro de la relación.

El perdón es uno de los aspectos más importantes y necesarios para superar la mayoría de las crisis y conflictos. Cuando ambos buscan y conceden perdón es posible lograr satisfacción y una vida amorosa plena, además de superar obstáculos.

La falta de perdón conduce, entre otros, al resentimiento, rencor, críticas permanentes, peleas, ofensas, sentimientos de insuficiencia e insatisfacción, baja autoestima muchas veces enmascarada en aparente autosuficiencia, vergüenza, distancia emocional y sexual, desconfianza, aislamiento. Todos estos aspectos atrapan a la pareja en un patrón negativo y doloroso de interacción y en muchos casos termina con la ruptura.

El perdón, sin embargo, produce alegría, cercanía, disposición a una adecuada resolución de los conflictos, adecuada autoestima, sentimientos de valoración, confianza y sensación de libertad. Este acto involucra que uno pida perdón y que el otro perdone.

Al considerar el perdón como un recurso favorecedor de la relación y como una muestra de amor, se entrega a sí mismo, a la pareja y a los hijos un presente y un futuro libres de heridas impregnadas por el enojo y el resentimiento.

Aspectos esenciales para considerar al momento de pedir y dar perdón:

1) Reconocer la falta, sin tratar de justificar la ofensa o el daño provocado. No decir, por ejemplo, “Yo lo hice porque tu no me valoras, porque me ignoras, etc.” Implica asumir la responsabilidad de las acciones y requiere tanto apertura como honestidad en todas las áreas.

2) No mirar la relación desde el rol víctima/victimario. Existe una tendencia que uno de los dos se sienta tan herido/a y acuse a su pareja de ser el/la causante de dicha herida, logrando que ambas conductas se mantengan impidiendo ver al otro en su dolor.

3) Perdonarse a sí mismo. Esto conlleva el reconocimiento de la propia vulnerabilidad, sin quedarse estancado en la falta. A veces ante la ofensa cometida el ofensor siente que no merece perdón, por lo que no se atreve a pedirlo.

4) Buscar formas creativas de reparar la ofensa. No bastan las palabras.

5) Identificar los factores que ocasionaron el problema y evitar situaciones que puedan convertirlo en un patrón.

6) Sustituir las creencias y recuerdos dolorosos y autodestructivos por pensamientos que involucren momentos felices y de satisfacción. Esto ayuda a procesar la experiencia para dejar a un lado el resentimiento logrando una relación saludable.

7) Generar instancias de cercanía e intimidad. Esto es fundamental, ya que implica dejar el pasado, centrándose en el presente y futuro.

8) Reconocer la imperfección de la pareja. Esto no significa avalar las acciones cometidas.

Para concluir, es importante señalar que el perdón casi siempre es un proceso, es decir, generalmente toma tiempo. Perdonar no es olvidar, sino recordar sin dolor. El perdón es fundamental en toda relación de amor. Amar es siempre reconocer la falta, pedir perdón y perdonar todas las veces que sea necesario.

29381685

Especialista. Mabel Guillén, magíster en terapia familiar. Terapeuta sexual y de pareja.

Más contenido de esta sección
Destacada. Con una carrera que comenzó en el escenario internacional y se ha expandido a múltiples facetas, Vivian Benítez ha demostrado ser una figura destacada en el ámbito de la belleza, la televisión y el emprendimiento digital.